00

316 33 3
                                    

Si entraste aquí antes de leer Mortal Adicción, te recomiendo pasar primero por allá si es que prefieres saber la historia real :) sale.

Las Cartas de Keith

Sam Walker

Apenas ha pasado un mes desde todo, desde ese día que perdí algo que no sabía que me dolería tanto.

Lloré como nunca. Gritaba en las noches del sufrimiento de saber que él no estaba.
Dejé de comer bien casi dos semanas.
No era capaz de poner un pie en las canchas de la universidad.

Me sumí en la tristeza, tampoco quería preocupar a mis padres.

No resultó.

Todos los días recibía al menos cinco llamadas de Frank y Ayden, ambos preguntando cosas de mi, solo respondía que todo estaba bien, cuando todo estaba jodido.

Lo que más me dolía, ya no era que Keith se haya ido, eso apenas empezaba a aceptarlo.

Me dolía saber que no tenía nada de él, algo con lo que pudiera conservar su esencia, o al menos lo importante que fue para mí.

Las únicas cosas que tenía de él, decidimos incinerarlas por igual, para que él fuera el único que las conservara.

Solo había una cosa con la que me había quedado, parecía que, si no tenía ese objeto, o mejor dicho, si no lo leía, no podía estar en paz para asimilar todo.

Entre la soledad y melancolía de mi dormitorio, ví el cuaderno de Keith en mi escritorio.
El mismo cuaderno que nunca me dejó leer, con el que se justificaba diciendo que solo era para anotar sus tareas pendientes.

No quise abrirlo, ni acercarme a él, pensaba que si por algo me lo dijo, fue porque en serio no quería que lo leyera.

Pero, ¿Qué más da?

Mi curiosidad siempre pudo conmigo, él lo sabía. Y solo quería tener algo más de él.

Fuera bueno o malo, yo quería recordarlo.

Me levanté con rapidez de mi cama, solo para ir por aquel cuaderno negro, que tenía estampada el logo de su banda favorita.

Tantas veces que había escuchado las canciones de Stick Figure por él, porque me daban una sonrisa pensando en su cuerpo disfrutar la música, y ahora solo me hacían llorar más.

Mis pies sintieron el frío del suelo, para después volver y sentarme en el borde mi cama, abriendo página por página, al inicio ví lo que me dijo, que eran tareas pendientes, o recordatorios como "pasar a lavandería".

Pero pasadas algunas, empecé a leer lo que sería el mayor dolor en mi corazón, lo que regresaría esa agonía de haberlo amado.

_______________________

Nada más no lloren, ¿Ok?

Los qm.

Las Cartas de Keith [M.A. Extra]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora