Kim SeokJin es un despiadado hombre adulto, que en su juventud aprovechó y drenó toda pizca de empatía que estuviese molestando sus planes. Siempre pensó en grande, pero eso no quería decir que pensará sanamente. Buscaba algo más allá de lo bueno, de lo liberal, de la paz mental; deseaba con todas sus fuerzas ser jefe de una mafia peligrosa y buscada, porque a pesar de todo, amaba el peligro, amaba el pensamiento de su vida pendiendo de un hilo, y aún así, pudiendo salvarla una y otra vez.
Fue así como su cometido salió a la perfección, volviéndose la mafia número uno en búsquedas de Corea del Sur según registros oficiales de la policía. Gracias a esta meta tan peculiar de vida conoció a su actual esposa, Kim Jiyeon, de quien obtuvo a su único hijo, pero que no por ser el único era amado; Kim Taehyung, conocido en el casino donde gasta el tiempo como Jefe menor o Mr. V.
Ambos eran distintos en todos los aspectos, SeokJin dejaba libre al tiempo como quien libera a un pájaro de su jaula, haciendo negocios, deshaciéndose de sus enemigos, mareando a los tontos policías que creían poder contra él, y por supuesto, atendiendo a su amada esposa. Y por otro lado está Taehyung, quien simplemente perdía el tiempo en el casino, entre drogas, sexo, apuestas y mucho alcohol.
La vida de Taehyung iba bastante fácil, solo bastaba estirar la mano para que un buen y prominente fajo de billetes se recostara en su mano y fuera acariciado suavemente por las grandes y delgadas manos de su feliz propietario. Esta era una de las muchas razones por las cuales SeokJin apenas podía despertarse y verle la cara tres segundos a su hijo. Sí, su trabajo no era honrado en lo absoluto, pero mínimo se ganaba por sí mismo su dinero. Sin embargo, Taehyung no hacía nada en lo absoluto. Solo esperaba que el dinero llegará a sus manos como si fuera un monarca dando órdenes.
-Otra partida más, que sorpresa -sonrió con mofa, bebiendo del vaso lleno con caro y rasposo whisky, en el cual los fríos y relucientes hielos flotaban chocando entre sí-. Deberías retirarte. Las apuestas no son lo tuyo. Largo de aquí -ordenó dejando el vaso con gélida bebida sobre la mesa de apuestas.
Taehyung miró la hora en el rolex que había adquirido solo días atrás, acomodó su cadena con la orgullosa "K" que representaba el apellido que con tanto orgullo cargaba. Su saco color negro de diseñador cubría casi por completo la camisa debajo de este, todo de la colección Gucci, que para Taehyung era como un sello personal.
—¿Alguien más quiere jugar o simplemente debería hacer algo más? Admito que es aburrido ganar todo el tiempo, pero estoy dispuesto a jugar otra partida.
Las pocas personas que para esas horas habitaban en el bar guardaron silencio. Taehyung sonrió con grandeza, levantándose de la silla de terciopelo rojo que era única y exclusivamente para él. Nadie podía osar tomar asiento en ese lugar, a no sé que tuviera un mal día y quisiera morir de un tiro en la cabeza.
—Sí, yo también pensé eso —rió efímeramente.
—Jefe menor, escuche esto —llamó un hombre que llegaba bastante seguido al casino.
Hablamos simplemente de un hombre mayor que cruzaba los 70 años como máximo, en su cabeza no habían más que pocos cabellos blancos que por las separaciones entre ellos podrías ver perfectamente la piel de su cabeza brillar por los muchos focos del casino. Siempre vestía como todo un CEO de gran nombre en Corea, el cuál evidentemente era. Después de llegar bastante seguido al casino y prometer guardar el secreto de haber visto a los Kim tantas veces allí (sobre todo a Taehyung), ambos se volvieron cercanos. Compartían anécdotas y el hombre contaba chistes de señores mayores que Taehyung por su edad no comprendía.
A pesar de la diferencia de edades bastante abismal, pues Taehyung tenía solo 23 años, Kwan Seung-hwa le guardaba mucho respeto.
"El oficial y líder de policía, Park Chanyeol, dio una conferencia de prensa el día de ayer a las 2:30 de la tarde, en donde anunció estar al tanto del caso de la mafia Kim, y cómo están bastante cerca de ellos."
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MR.V → [TK- 태국]
FanficEl hijo del más poderoso mafioso de Corea del Sur, Kim Taehyung, no tiene ni una pizca de compasión hacia ninguna de sus aterrorizadas víctimas. Jugar en el casino y humillar a los demás es una de las cosas que más le gusta; pero claro, limpiar su c...