Con Jungkook tomando su brazo con fuerza, Sana se acercó a Taehyung silenciosamente. El menor a un lado de la joven no parecía en lo absoluto querer despegarse, porque no le decía a nadie, pero ese chico no le daba ni la más pequeña buena espina. Era nuevo en el casino, no sabía su nombre, de dónde venía, qué hacía o su posición en el casino, pero no existía una vibra agradable. Era más bien un aura muy oscura, y por supuesto, las intenciones que sus ojos gritaban tan descaradamente le provocaban pavor. ¿Pero qué podía hacer? Ese era su trabajo.
—Ven aquí —dijo palmeando sus piernas, el sonido que creaba la tela contra las manos de Taehyung estaba poniendo muy nervioso a Jungkook—. Toma asiento en mis piernas, son cómodas.
Jungkook tragó saliva y poco a poco deshizo el agarre en el brazo de Sana, esta le dedicó una mirada cálida acariciando levemente su mano para darle más ánimos. El menor se dirigió a las piernas de hombre bien vestido en el sofá de terciopelo, tomando asiento en sus piernas juntas.
—Un poco más atrás —dijo Taehyung, atrayendo a Jungkook de forma que el trasero ajeno quedará sobre su pene erecto, el cual ansiaba tanto al chico sobre él, que no podría soportar mucho más—. Realmente te ansio, ¿sabes? No soy de strippers, pero admito que me has atrapado.
—Jefe menor, ¿debería reservar un lugar privado?
—Hazlo, el mismo de siempre, sabes que es mi favorito.
Sana asintió y con una muestra de respeto se retiró del lugar, dejando a ambos un espacio de mayor privacidad, aunque con toda la gente a su alrededor, el espacio aún no estaba completo; mas lo estaría tan pronto como se fueran a aquel hotel de cinco estrellas.
—Dime, lindura, ¿cuántos años tienes? Te ves muy joven, y podrás entender que no quiero meterme con un chico joven. Podré ser un criminal, pero ese extremo de mayores de edad con menores no me resulta agradable.
—Tengo 20 —respondió secamente.
Taehyung asintió habiendo captado ya la información. Era un alivio saber que tan precioso chico era mayor de edad, y no un niñato que aparentaba los 20 y terminaba teniendo 16, más de una experiencia se había llevado.
—Eso es muy bueno —sonrió maliciosa, acariciando las piernas casi desnudas del menor—. ¿Has tenido sexo alguna vez?
—Bueno, soy prostituto, me parece a mí que sí, pero no sé que diga usted —lanzó con gran sarcasmo, Taehyung apretó los dientes y formo una sonrisa forzada.
—Ah, que gracioso me saliste —rió fingiendo sentir gracia—. En fin, disfrutarás esta noche, creeme lo que digo.
Jungkook guardó sepulcral silencio, no le importaba tener sexo con Taehyung, después de un tiempo se había acostumbrado a tenerlo. Lo que le asustaba, era no saber quién era, jamás había escuchado de él, no sabía si era un asesino en serie, un secuestrador, su vendería sus organos, absolutamente nada. No pasaba nada de tiempo en casa, y tampoco usaba mucho el celular o escuchaba la radio, así que no estaba muy enterado del mundo que lo rodeaba.
No tenía la menor idea con quién estaba a punto de irse, pero definitivamente se sentía asustado. Siempre era lo mismo, a decir verdad. No tenía ni idea con quien se metía, si sería su último día de vida o saldría ileso, pero nadie le había causado tan mala espina como Taehyung.
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El lugar al que Taehyung llevó a Jungkook era bastante agradable, tenía lámparas de colores amarillentos y tenues, una alfombra roja al medio de una tamaño bastante grande, sofás que parecían haber sido hechos de un material resistente y carísimo, y que muy probablemente era como él creía, una gran televisión que abarcaba gran parte de la pared y una cama grande y bien hecha, además de otros pequeños detalles de decoración como pinturas o flores.
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MR.V → [TK- 태국]
FanficEl hijo del más poderoso mafioso de Corea del Sur, Kim Taehyung, no tiene ni una pizca de compasión hacia ninguna de sus aterrorizadas víctimas. Jugar en el casino y humillar a los demás es una de las cosas que más le gusta; pero claro, limpiar su c...