Sabía que estaba en una ensoñación. Pero era más como, estar flotando en aquel recuerdo fresco que iba y venía en su mente.
Estaba sentado, o más bien, hecho bolita detrás de la puerta de su habitación. Una mano rodeaba sus rodillas, la otra sostenía con algo de flojera el arma. Era pesada, más de lo que creyó que sería.
Beep.
Escuchaba las voces ajenas platicar entre sí, una sonaba auténticamente nerviosa, como todo un novato, la otra hasta indiferente.
—Oiga hyung... Si nos encontramos con alguien aquí, ¿qué haremos?
—Lo matamos, BeomGyu. Y ya, no es tan difícil, solo apunta a la cabeza y disparas.
—¿Y-y si es un niño?
Beep.
—Igual lo matas. Sabes que nos llevarán con la policía, y eso no puede ser. No si quieres que sigamos juntos.
Tragó saliva con fuerza, tratando de no sollozar. Realmente estaba asustado, quería correr, huir del peligro a los brazos de su madre. Pero no podía. Una pequeña lágrima surcó toda su mejilla, sus labios estaban apretados fuertemente en una línea recta.
Cuando escuchó la puerta abrirse saltó desde su puesto hasta los ladrones. Realmente apuntó al piso en primera instancia, pero al ser realmente inexperto y estar demasiado asustado por estar enfrentando a los intrusos terminó por subir su mano hasta sus rostros y así poder verles.
Ahí estaba, frente a frente a aquellos dos extraños que habían decidido que era buena idea allanar su casa. Su cuerpo todo estaba sacudiéndose ante los nervios.
Beep.
Su dedo tembloroso por la angustia accionó la pistola por error, liberando un disparo.
Por la inexperticia del adolescente con las armas, la bala inicialmente orientada al piso, terminó atravesando el pulmón de uno de los forasteros.
Lo dijo Newton, toda acción tiene una reacción en el sentido opuesto, entonces el segundo ladrón cuya cara no pudo apreciar —pero logró notar su cabellera rosada como un chicle—, también accionó su arma, disparando una bala que penetró su estómago. Luego corrió, dejando a su compañero atrás, quién resultó herido por el primer impacto.
TaeHyun realmente estaba absorto de su propia realidad, ignorando la fusión de ardor y dolor en su estómago, preocupándose más por el contrario, a pesar de ser quien allanó su casa.
Lo miró caer de sopetón, yéndose de bruces sobre su espalda, agravando la hemorragia en su órgano. TaeHyun comenzó a temblar aún peor viendo como la sangre ajena corría en el piso. Tiró el arma, la cual por el impacto contra el piso, accionó otro disparo orientado hacia su ventana que se encontraba detrás de él.
Era su culpa, su culpa. Se acercó como pudo, aún ignorando su herida para poder así revisar la impropia. Estaba asustado, aquel chico de hermoso rostro iba a morir.
Por su culpa.
—¿Cómo te lla-amas? —sangre salía por su boca, deslizándose por la comisura de su labio. TaeHyun juró que su corazón estaba estrujándose dolorosamente, una vida, estaba matando una vida. ¿Con qué derecho?
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∂µℓ૮ε αɠσɳíα || TaeGyu (CORRIGIENDO...)
أدب الهواة❝Era un día normal en la vida de TaeHyun, rutina monótona, las mismas personas, la misma escuela, la misma casa vacía, los mismos platos sucios, la misma sala. Todo era igual, simple y aburrido, hasta que un ladrón irrumpió en su casa. ❞ ...