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Las botas que impactaban furiosamente contra la cerámica hacían un sonido absurdamente abrumador. Jamás el ruido le había parecido tan temible como en ese momento.

A pesar de todo, sus ojos permanecían plenamente abiertos. Estaba atento, en sus cinco sentidos. Sus oídos un poco perturbados por el potente resonar de sus latidos. 

Puso sus pies sobre la tierra. Eran ladrones, no asesinos. Poniéndose de pie, sostuvo el arma con fuerza entre sus manos. Liberó el seguro, si ellos abrían la puerta, el dispararía. Así de sencillo. Eso era todo. Nadie moriría, y todo estaría bien.

En ese momento se arrepintió de haber rechazado ir a la fiesta de esa niña tonta. Tal vez estaría con su mejor amigo jugando Free Fire, en vez de pasando la tortura de su vida en su propia casa. Tal vez llegaría y todo estaría robado, sólo tendría que llenar alguna forma de la policía para el seguro. A la semana siguiente su familia estaría en alguna de esas tiendas para el hogar, comprando modernos televisores, nuevas piezas de cerámica para adornar la sala. Y todo sería olvidado. 

Pero el cabeza dura decidió nadar en la piscina. Que imbécil.

Respiraba cortamente. El poco oxígeno que lograba entrar por sus fosas nasales, lo sentía recorrer sus arterias con velocidad. Quería respirar con fuerza, como si hubiese corrido un maratón, pero eso no era posible. Mientras esos ladrones menos supieran que él estaba ahí, mejor librado iba a salir.

No sabía cómo había logrado soportar toda esa presión sin llorar. Pero prefirió hacerse esa pregunta después. 

8:51, no habían señales de la policía. Muy tarde para volver a llamar, porque los sujetos comenzaban a hablar en el pasillo.

TaeHyun nunca se arrepintió tanto de haber escuchado una conversación escondido.

Oiga hyung...— era la voz de un chico, joven. Su tono temblaba, como si estuviera realmente nervioso.— Si nos encontramos con alguien aquí, ¿qué haremos? 

Lo matamos BeomGyu. Y ya, no es tan difícil, solo apunta a la cabeza y disparas.

Los pasos comenzaron a acercarse. ¿Dónde estaba Dios cuándo más lo necesitaba? 

Sencillamente no estaba.

¿Y-y si es un niño?

Igual lo matas. Sabes que nos llevarán con la policía, y eso no puede ser. No si quieres que sigamos juntos.

Todo pasó muy rápido. Demasiado para su gusto.

En menos de que lo su cerebro logró procesar, dos disparos sonaron con fuerza. 

Un cuerpo cayó. Sus manos temblaban.

Sintió un dolor terrible en el estómago.

Policías gritaban, derribando a puerta.

Escuchó a alguien correr ágilmente y abrir una ventana.

Miró al chico que se desangraba frente a él con los ojos vidriosos.

—¿Cómo te lla-amas? — sangre salía por su boca, deslizándose por su mentón. TaeHyun juró que su corazón estaba estrujándose.

—TaeHyun...

—Oh...— tosió sangre. — Tranquilo, todo va a estar bien. Me llamo BeomGyu.

Le parecía estúpido que dijera eso mientras su camisa estaba teñida de rojo. Estaba a nada de morir.

Mierda TaeHyun, apuntaste a la pierna, ¿Cómo la bala terminó en su pulmón?

Su abdomen dolía mucho, incluso sentía la viscosidad caliente deslizarse sobre su piel, empapando su suéter, pero no le importó.

—Eres un ladrón. ¿Por qué me dices tu nombre?

—Es que, te ves amigable...

Amigable.

Primera vez, que alguien utilizaba esa palabra palabras para describirlo.

—BeomGyu quédate conmigo...— pidió mientras se arrodillaba a su lado.

—Lo haré, tranquilo. — Tosió débilmente. — No llores, me quedaré contigo...

Con su mano ensagrentada, limpió las gruesas lágrimas que corrían por sus pómulos con prisa.

Los paramédicos llegaron de inmediato. Los pusieron en ambulancias diferentes, pero TaeHyun no dejaba de preguntar por el tal BeomGyu a los paramédicos.

—Señor enfermero, ¿U-usted cree que él viva?

—Llegamos a tiempo, lo hará. No te preocupes.

—¿Y yo... viviré?

El enfermero le dio una sonrisa triste, mientras con inquietud miraba una y otra vez los monitores vitales.

—Si. Confía en mí. Todo estará bien.

Todo estará bien.

Todo estará bien...

No importaba que tanto doliera su estómago, ni lo mucho que escuchaba gritos lejanos que le parecían débiles.

¡Su pulso está cayendo!

El pitido llegó a sus oídos antes de sentirse desfallecer. Cerró sus ojos con una sonrisa. Confiaba en esas palabras, porque todo estaría bien.




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lamento si no es lo que esperaban, prometo que lo voy a mejorar cuando tenga tiempo. 😔💞

∂µℓ૮ε αɠσɳíα || TaeGyu (CORRIGIENDO...)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora