Capítulo 1

7 1 0
                                    


Narra Jungkook

Sus piernas, sus brazos, su cintura, todo su cuerpo se movía al son de la música, como si de una pluma dejándose llevar por el aire cálido de la primavera se tratase. Aquel era el último recuerdo vívido que tengo de su magnífica figura, la última vez que logré verlo fue en aquella competencia de hace tres años.

Park Jimin, considerado uno de los cisnes blancos más hermosos y talentosos de su generación, nadie era capaz de compararse al nivel de maestría que este poseía. Todos le teníamos un gran respeto, sobretodo luego de que se consagrase como ganador de la competencia nacional de baile contemporáneo.

Pero así como alcanzó el clímax de su carrera, el rubio desapareció sin dejar rastro alguno. Muchos reporteros y canales internacionales dieron aquella triste noticia, al inicio se pensó que era por un descanso pero la falta de presencia de este fue la gota que derramó el vaso, nadie conocía su paradero. Se crearon muchos rumores como que decidió dejar el mundo artístico para vivir una vida común y corriente, yo nunca lo creí. La pasión que se reflejaba a través de su mirada no era algo común de presenciar, prácticamente te gritaba que vivía para danzar.

Espero que algún día vuelva a aparecer, de alguna manera me había enamorado de su pasión y dolor, porque sí, Jimin lloraba cada vez que se paraba sobre el escenario. Siempre creí que había una historia detrás de cada paso, porque lamentablemente yo también la tenía.

En este tiempo he sido catalogado como el pequeño cisne negro, aquel nombre me lo he ganado luego de haber ganado por dos años seguidos el reconocimiento no solo en Seúl, sino que también en Pekín y Tokio. Incluso se podría decir que a nivel mundial era reconocido; sin embargo, sentía un sabor amargo sobre la punta de mi lengua. ¿Negro? me denominaron así por ser el contraste de Park, todos decían que cuando me veían, transmitía coraje y lucha; mientras que el contrario, debilidad y derrota.

Ambos teníamos nuestros estilos de baile y al ser perfectamente opuestos, el público decía que nos complementaríamos si es que el rubio decidiese aparecer algún día. Esperaba volver a verlo, porque no podría morir en paz sin verlo bailar por una última vez más.

Al ser de este mundo y debido a mi gran ascenso, decidí hacer una búsqueda por mi cuenta pero, a pesar de ello, mis esfuerzos parecieron ser en vano. Nadie sabía mucho de su vida más que su familia era parte de la élite de la sociedad, muchos dicen que los ricos no podían disfrutar del arte y sin embargo, Jimin había roto con cada uno de aquellos estereotipos. Era más que un simple rostro, el era talento puro e innato, era capaz de hacerte llorar con un simple paso, era sumamente etéreo.

Renacimiento - Jikook / KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora