Las lágrimas que derramé a causa de tu partida fueron las peores...
Saber que un niño de Cinco años puede sentirse tan desolado resulta ser irrelevante para todos.
Me negué muchas veces a aceptar que ya no te vería, me negué a saber que tu cuerpo se comenzaba a descomponer pero tu alma se encontraría más joven que nunca.
¿Por qué tuviste que largarte y abandonar la batalla de un momento a otro?
Jamás olvidaré cuando llegabas con una amplia sonrisa y me acogías en tus brazos. Jamás olvidaré tu aroma y tu risas tranquilas mientras sostenías el cigarrillo en tu mano.
Pensé que siempre fuiste feliz, pensé que siempre estabas de buen humor...
Pero quizás jamás me percaté de que siempre tenías el arma en tu mano, apuntando a tu boca y con el dedo en el gatillo.Jamás lo noté hasta que el arma se disparó y acabó contigo...
Acabó con mi manera de ser feliz.
Nunca olvidaré el día en donde llegaste cansada por la enfermedad que nunca me quisiste explicar.
Recuerdo cuando quisiste cargarme pero tu cuerpo no te lo permitía, aún veo tu sonrisa cansada y las ojeras debajo de tus ojos cafés.
Recuerdo tu mirada, sabías que todo acabaría así, ¿No?
Ya no podré decírtelo, ya no podré susurrarte "Gracias" o "Te amo" sin tener que rehusarme a llorar porque no estás aquí conmigo para escucharme.
Ya nunca más podré admitir que me escabullí para escuchar el diagnóstico del doctor.
Ya nunca podré decirte lo mucho que me dolió verte llorar cuando supiste que el cáncer se apoderaba de ti.
Y lo cierto es que no pude comprender porqué llorabas pues tenía sólo cinco años y pensaba que siempre estarías junto a mí.
Veía como te limpiabas las lágrimas intentando ser valiente y afrontarlo aunque sintieras miedo; yo veía como tu pecho subía y bajaba con dificultad, luchando para respirar. Me sentí egoísta al poder tomar aire con tranquilidad, me sentí mal al saber que tú no podías respirar como antes.
A pesar de todo eso, siempre te vi como la guerrera que siempre me imaginé. Nunca cambié de opinión acerca de lo que podías o no hacer.
Porque yo siempre supe que sonreías para mí y no dejabas que el cáncer te matara de una vez por todas.
Cuando me enteré de tu muerte lloré desconsoladamente, lloré como nunca porque sabía que tendría que prepararme para una mañana sin poder verte de nuevo, sin poder sonreírte una vez más.
Desde ese momento no vi el mundo del mismo modo; nunca pude recordar cómo se sentía estar en el patio frente a la puerta, esperando a que llegaras y los perros llegaran a ti entre aullidos y ladridos.
¿Sabes? Desde tu muerte le temí a olvidarte...
No quería pensar que poco a poco tu rostro dejaría de ser familiar para mí, no quería olvidar tus abrazos o tu voz. No quería dejarte ir.
Pero lo hice, y ahora sólo puedo recordar viejas sensaciones o fragmentos de las partes más dolorosas.
Sólo era un pequeño niño que no sabía nada de la muerte, no sabía que de un momento a otro las personas se iban y nunca volvían.
O eso era así, hasta que una mañana me dijeron que tu corazón había dejado de latir.
Y es tan confuso pensar que te quería incondicionalmente...
A pesar de que en ocasiones dije lo contrario, a pesar de que esos malos vicios te hicieron daño.Pero siempre fuiste y serás la flor más bella que pude presenciar...
La rosa más hermosa que pude amar.No te recordaré por las cosas malas que hiciste, sino por todos los buenos tratos hacia mí y por aquellas veces que nos uniste como una familia.
Te sigo queriendo como aquél pequeño niño de cinco años...
Y espero que algún día solo pueda decirte cuanto te amo.Adiós, mi querida flor...
Fuiste la mejor mujer, la mejor madre y la mejor tía que pudo haber...Adiós, mi querida amiga...
Espero volverte a ver un día para que sonrías como antes lo hacías...Es un simple adiós para volverte a ver de nuevo...
Y poder ser ese niño de cinco años que te amaba sin saber que te irías algún día.
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Cartas que Nunca Envié y que Pronto Quemaré
RandomAbandonadas en una parte recóndita de mi mente como un vago recuerdo de una desesperanza que me arrancó la felicidad del pecho, dejándome con un vacío que nada podía llenar y que al final se convirtió en un océano profundo, turbulento e infinito de...