Capítulo 4

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𝕿𝖔𝖉𝖔 𝖚𝖓 𝕮𝖆𝖘𝖆𝖓𝖔𝖛𝖆

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"Nuestras miradas se entrelazaban llegando a mostrar lo que nuestros corazones ocultaban"

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"Nuestras miradas se entrelazaban llegando a mostrar lo que nuestros corazones ocultaban"

Había anochecido, y el grupo de amigos estaba en la sala de juegos; mientras que Jeff y Issac jugaban Atrapa a Santa Claus, Clara e Inés observaban detenidamente cada detalle del reloj perteneciente a Arthur. Por otro lado, Max leía el libro que ese mismo día estaba leyendo su amiga; esa última palabra era una de las que más lo perturbaban, ya que él no la quería solo como una simple amiga.

─¿Qué lees?─ preguntó el de anteojos, sentándose a su lado.

─Romeo y Julieta─ respondió, sin levantar la vista del libro.


─Es chiste, ¿verdad?─ preguntó con un tono divertido en su voz.

─¿Acaso no sabes leer Dash?, ve el título de la tapa─ respondió algo fastidiado, dando varios toques sobre las palabras doradas escritas en la portada.

─¿Por qué tan molesto?, ¿acaso te enteraste de que estás en la lista negra de Santa?─ Max lo miró mal─ solo decía─ alzó sus brazos en son de paz─ pero enserio, ¿qué te sucede?, nunca estás tan serio en estas fechas.

─Nada─ respondió.

─¿Y piensas que te creo?

Max miró de reojo hacia donde estaba Clara, para asegurarse de que no estuviera escuchando la conversación.

─Ohhh, ya veo, se trata de ella─ Max asintió─ pero, ¿qué sucedió?─ volvió a preguntar algo confundido.

─Arthur.

─Si, te entiendo, es todo un Casanova; hablando de él, ¿no viste si Inés lo mira de alguna forma especial?

─¡Y yo que voy a saber si lo mira de otra forma!─ todos lo miraron confundidos al escucharlo levantar su voz─ lo siento─ se disculpó, para que vuelvan a lo suyo─ Dash, hoy Clara se quedó mirándolo como si fuera la única persona en el mundo─ explicó.

─¿Y por qué no le dices de una vez lo que sientes por ella antes de que otro te la robe?

─¿Crees que no lo intento?

─Al parecer no demasiado; si fuera tú, yo ya la hubiera besado, pero bueno, ¿qué se puede esperar de un Romeo fallido?─ él rodó sus ojos─ ¿entiendes?, de Romeo y Julieta, porque el libro...entiendo, me callo─ entendió la referencia, para unirse a la partida de vídeo juegos.

─¿Y el hombre de hojalata?─ preguntó Thea apareciendo junto con Lena, ambas tomadas del brazo.

─Arthur─ exclamaron Inés, Clara y Max al darse cuenta de que él no estaba con ellos.

Todos buscaron por toda la escuela, pero nada, no había ninguna señal del caballero.

─No está en las habitaciones─ informó Clara, mientras se acercaba al resto.

─Tampoco en los salones de baile─ esta vez habló Inés.

─Yo busqué en la cocina, pero no estaba allí─ aseguró Jeff.

─Se nota─ dijeron Lena y Thea al unísono, al ver al chico con un par de galletas en su mano.

─No se si soy yo solo, pero, ¿alguien más siente ese olor a quemado?─ preguntó algo confundido Max.

Casi de inmediato todos salieron corriendo del edificio con dirección a la calle, donde finalmente encontraron a Arthur, pero...

─¡Noo!, ¡¿Qué estás haciendo?!─ preguntó Clara, al ver al muchacho avanzar sigilosamente hacia un gato, con su espada en alto, a la luz de una gran fogata en medio de la calle.

Issac apareció con un extintor en sus manos, para rápidamente echarle su contenido a la fogata, haciendo que esta dejara de arder.

─Habéis ahuyentado mi cena─ habló algo decepcionado Arthur, al ver como el gatito trepaba a los techos y desaparecía por entre las sombras.

─¡¿Qué?!, ¡No!, no puedes comer gatos y hacer fogatas en medio de la calle─ volvió a decir Clara, intentando calmarse un poco.

─Mis disculpas mi Lady Clara, no quise alteraros, sucede que estoy hambriento─ explicó el joven, guardando su arma.

─Hay una, solución más sencilla, y que no involucra gatos─ esta vez fue Inés, quien tomó por los hombros al chico, haciendo que Dash se pusiera en "modo alerta".

─Intuyo que este artefacto trae el clima, del exterior, a adentro─ dijo Arthur examinando el refrigerador, a la vez que metía su cabeza dentro de este.

Luego del incidente en la calle, y de haber tranquilizado a los vecinos, habían llevado al caballero a la cocina.

─¿Viste lo que trae puesto?─ preguntó Dash entre risas, dirigiéndose a Max; Arthur traía puesto un suéter, junto con unos pantalones, los cuales se abuchonaban, ya que traía puestas sus botas, que le llegaban a la rodilla, su cinturón, del cual colgaba su espada, además de la larga capa roja ─ lo mejor es el suéter navideño─ se echó a reír, mientras que Max sonreía algo nervioso─ ¿de quién es ese abrigo?

─No lo sé─ respondió rápidamente.

Llevaron al joven hacia el comedor, donde lo sentaron en una mesa; Inés dejó un baso de leche tibia frente a él, mientras que Jeff traía un plato con sus preciadas galletas.

─Te estamos dando una cena digna de Santa Claus, así que disfrútala─ dijo Jeff, comiendo una de las galletas.

─Déjanos un poco─ pidió Issac, a modo de juego.

─Le agradezco por la cena, mi Lord─ se dirigió al rubio, causando que tanto Lena, como Thea, Dash y Issac se miraran confundidos, pues, ya sabían de donde es que venía Arthur, pero no sabían la historia que había inventado Jeff.

─El gusto es mío.

─Pero, tengo una duda, ¿quién es el llamado Santa Claus?─ preguntó.

─Es el mejor─ declaró Jefrey─ es un hombre de barba blanca que se encarga de traerles regalos a los niños en Navidad─ explicó, mientras Arthur le daba un sorbo a su vaso de leche tibia.

COPOS DE NIEVE, especial navidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora