Our Christmas Love {Arthur Claus & Lectora} Operación Regalo - Finalizada

🎄🎁04 Un niño se nos olvido🎁🎄

—Yo soy Santa — Abuesanta dijo al tomar uno de los extremos de la pieza.

—No, yo soy Santa — se quejó Steve sujetando el otro extremo dispuesto a no soltarlo —, es ridículo, me lo arrebataste de la mano.

—Yo soy Santa realmente.

Interrumpió Malcom.

—Así que creo que yo debo tenerlo.

—Pues sí — murmuro Steve desganado —, tú eres la figura paterna líder no ejecutada.

—Es cierto, la figura — Malcom dijo con orgullo.

—Las otras piezas son geniales, o... puedo hacer Santas extra para todos.

Pese al intento de Arthur por conseguir calmar a su familia no consiguió que (t/n) sintiese ganas de permanecer en esa mesa con una familia ruidosa que claramente más que un espíritu navideño, solo pensaban en sí mismos, y en quien tendría el poder para llevarse el crédito de todo.

Cansada se levantó de la mesa, dejando a la figura del reno en la mesa.

—¿Ya te vas, (t/n)? Aun no comenzamos a jugar...

—Yo... necesito un poco de aire fresco, podemos jugar en otra ocasión, ¿Qué te parece? — intento (t/n) con una pequeña sonrisa amable, manteniendo sus ojos fijos en los de él, sin mentir, pudo notar que su familia termino agotándola para querer huir de ahí y no la culparía.

—Oh, claro... por supuesto, jugaremos en otra ocasión, es una promesa (t/n).

Asintió él con calma, aunque sus ojos detonaban cierta tristeza al verla marcharse de la habitación. A diferencia de entre todos ellos, la habitación de (t/n) quedaba mucho más apartada, como si realmente no viviese con todos ellos, a menudo se encontraba con las preguntas que lo alarmaban: ¿(t/n) se sentiría aislada de todos ellos? O incluso se preguntaba si durante esas fechas no eran tan alegres como él esperaba.

¿Pensaría en su verdadera familia?

Y ciertamente Arthur no se encontraba muy equivocado, ella se encontró caminando en los alrededores con todo su espléndido silencio a diferencia del gran ruido que la familia podría provocar, preguntándose porque discutirían tanto, si incluso era normal en las familias, es que ciertamente las cosas que Steve solía decirle; se grababan en su cabeza como en su corazón.

Solía sentir que ya no pertenecía al polo norte con todos ellos: Navidad, una época en que muchos eran felices, mientras que otras personas no lo eran realmente, no aquellos que no tenían a toda su familia, quienes eran invitados a cenas, pero al momento de regresar a sus hogares... estaban solos.

Pero ese era un dolor que a menudo (t/n) quiso guardar para sí misma, luchando por encontrar motivos que la hicieran reír. Arthur solía enseñarle las cartas que los niños le enviaban a Santa, algo que la animaba, la hacía sentir contenta, no era algo que todos los días pudiese leerse, ni muchos no todos poseían ese privilegio.

Su pequeña paz mental no duro demasiado cuando Steve camino a su lado con más prisa de la normal. Alarmándola a lo inesperado de aquello, mirándolo sin entender a donde iría con prisa. También desconociendo que Arthur desde la habitación además de llevarse la pieza de Santa termino tomando la de Rudolf, guardándola en su bolsillo para entregársela más tarde a (t/n), porque quería que ella tuviera esa pieza.

—Oh... hola Steve, creí que estarías aun jugando... ¿ocurrió algo?

—Nada de tu importancia, (t/n).

No se mostró sorprendida ante dichas respuestas por parte de Steve, entendiendo que podía ser bastante frío con sus palabras en más de una ocasión con diferentes personas, aunque usualmente tendía a ser con ella o Arthur. Lo miro con curiosidad preguntándose que podría mantenerlo estresado, supuestamente todo el trabajo ya habría terminado, a menos que algo no saliese como ellos esperaban.