🎄🎁13 Nunca te abandonaría🎁🎄

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—¡Pronto amanecerá! — Abuesanta dijo intentando animar el ambiente silencioso —. ¡Es Navidad!

—La navidad es para niños, ya lo superé...

—¿Qué, en estos seis minutos?

Cuestiono Bryony con su mirada atenta en Arthur porque sinceramente no era capaz de creer en lo que él decía. Dejar de pensar en la navidad como algo grandioso, no sonaba en lo absoluto como Arthur sino más que se encontraba realmente deprimido por algún motivo.

—Ya sé lo que dicen sobre mí, sí... debería estar en el polo sur — comento —. Ay, Arthur, que acertijo, tenían razón... tanto alboroto por una sola niña es... ¡fui muy ridículo con eso! Esto es vida, es bueno alejarse de todo saben, del caos navideño.

—¿Qué pasara con (t/n)? — quiso saber Bryony.

—Ella estará bien — contesto, manteniendo su mirada en el cielo, aunque entre una de sus manos yacía el gorro de lana navideño de ella, porque era lo único que le quedaba —. Es inteligente... éramos nada más que una carga para (t/n), siempre discutiendo, ella merece algo mejor y ahora podrá ser libre de ir a donde desee, a encontrar su verdadero hogar con su familia.

—¿Realmente crees eso?

Abuesanta se levantó desde donde estaba para acercarse a Arthur, dejándose caer en la arena al lado de su nieto. No lo miro directamente, pero había ciertas cosas que conocía de (t/n), después de todo él la consideraba como una nieta más incluso si no era directamente de la familia.

—Mira, para (t/n) indiscutiblemente somos su familia en su corazón, nos conoce de toda su vida y puedo notar que le importamos, es tan perseverante como tú — continúo diciendo él —. Puede que encuentre a su familia... pero ellos son extraños, no los conoce, incluso si tienen un vínculo de sangre... en su corazón nosotros somos su familia verdadera.

—Es perseverante... buscara su verdadero hogar — insistió Arthur.

Sus palabras sonaban claramente deprimidas cuando pensaba en no volver a verla; no más escucharla reír. No probar de sus galletas, o ayudarla a cocinar como se prometió, sentándose en la arena para sacar la figura de su bolsillo, Rudolf el reno, era importante, (t/n) era importante en su vida, no podía simplemente perderla de esa forma, no sin intentarlo como tanto intento llegar a la niña faltante.

Pero, ¿en dónde estaba (t/n) ahora?

—Arthur — Abuesanta dijo una vez más —, sé que vez a (t/n) como una persona sumamente fuerte, pero sola... ella ha de estar aterrada en completa soledad, porque créeme sé que ese es su peor miedo, si no me crees puedes preguntarle a tu hermano, todavía recuerdo aquellas noches en que se levantaba buscando a alguien, llorando, porque soñó que estaba totalmente sola... abandonada en el mundo a su cuenta.

—(t/n) necesita de nuestra ayuda — agrego Bryony.

La mirada de Arthur se posó en el océano unos momentos antes de sentarse, dirigiendo su mirada hacia el gorro de lana entre sus manos. Suave al tacto, tejido con cariño, porque (t/n) realmente era perseverante para aprender a tejer en sus momentos libres, entusiasmada cuando realmente aprendía cada vez más, además de ser capaz de recordar una mañana de su infancia, el veintiséis de diciembre en que se levantó temprano para ir a desayunar, encontrándose con (t/n) dormida en el sofá de su abuelo, dejando al viejo reno cuidando de ella.

Preguntando porque estaría durmiendo en ese sitio con sus mejillas coloradas, obteniendo una respuesta por parte de su madre. Que debían permitir que (t/n) continuase durmiendo un poco más, porque había tenido una pesadilla que la asusto al punto de romper en llanto, pero en ese entonces no le contaron de que iba esa pesadilla.

Our Christmas Love {Arthur Claus & Lectora} Operación Regalo - FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora