Las horas transcurrían con gran prisa en esa noche en donde necesitaban arribar con tiempo a la última entrega navideña. Volando sobre el océano pacifico, el cielo nocturno repleto de sus estrellas brillantes mientras iban en calma, observando en los alrededores, aunque (t/n) respectivamente estaba comenzando a ceder al sueño, con sus parpados cerrándose, incluso al punto en que no los abrió, aceptando que podría tomar una pequeña siesta mientras les quedaba tiempo por llegar.
Un pequeño rubor en su rostro aún se mostraba presente tras haber derramado sus lágrimas de temor. Evidentemente demasiadas emociones en una sola noche, en donde ella a menudo dormía demás, no era que odiase la navidad, sino que era una fecha que le rememoraba que sus progenitores la abandonaron.
A menudo Steve la hacía sentir fuera de lugar; demasiado estresado, permaneciendo en su habitación para dormir con las luces encendidas. Abrazada a su almohada, preguntándose como hubiera sido su vida con su familia, y no estaba siendo desagradecida con la familia Claus que la recibió con sus brazos abiertos, era que ellos no la adoptaron, lo entendió cuando supo que no tenía siquiera un apellido.
Era solamente (t/n) e intentaba comprender cuál era su destino en la vida.
Arthur, que en ese entonces se giró levemente para mirarla descansar recordó para sí mismo que en las navidades anteriores ella dormía bastante. Corriendo a su habitación que estaba distante a la de ellos, corriendo para contarle algo, solo encontrándola dormida en su habitación con lágrimas en su rostro, preguntándose... porque estaría triste en un día como ese.
Con el transcurrir de los años solo pudo comprender que para ella era un día solitario, lo sabía porque una de esas noches descubrió la carta en su papelero. Una carta para Santa, pero no pedía un juguete, un oso de felpa o cosas como esas, una familia, específicamente descubrir quién era su familia.
Desvió su mirada de ella para permitirle su descanso, mirando hacia los lados del gran océano por el cual viajaban. Así como notando que hacía mucho menos frío que cuando estuvieron en Canadá.
—Es muy grande, ¿no, el océano pacifico? — dijo de pronto Arthur —. ¿Y si mejor le preguntamos a alguien?
—Mis polainas, no hace falta — Abuesanta contesto —, ¿ves?
Dijo indicando con su dedo índice hacia el basto cielo.
—Yo uso la estrella del norte como referencia, y descifro mi ubicación con... ehm...
—Es un avión, señor.
—¡Insubordinada! — exclamo Abuesanta.
—¡SHH!
Pidió Arthur tras llevar uno de sus dedos a su boca y con su otra mano indicar a la figura de (t/n), que efectivamente se había conseguido dormir, con su cabeza moviéndose a uno de los lados, chocando contra el brazo de Arthur.
—Despertaran a (t/n).
—Que se despierte — Abuesanta dijo —, porque ya estamos llegando.
—¿En serio? Creí que haría más frío... en Inglaterra.
—Calentamiento globular... ¡Ah, tierra a la vista! Ahí está, se los dije.
Con su pronto grito los parpados de (t/n) se abrieron de golpe, dando un brinco, mirando a todas partes con gran confusión. Una sonrisa quizá tonta, como su abuelo diría, se posó en el rostro de Arthur al observar a (t/n), claramente mucho más confusa cuando pisaron tierra, sacudiéndose con fuerza, pero cuando ella miraba a cada lado podía decir que no estaban en Inglaterra.
—¿Qué este sitio? — pregunto confusa.
—Inglaterra — Abuesanta contesto con orgullo.
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Our Christmas Love {Arthur Claus & Lectora} Operación Regalo - Finalizada
Fanfic"-Yo no soy una Claus." Diría (t/n), provocando un mar de dudas en Arthur, en querer descifrar que tipo de inseguridad se ocultaba en todo ello, en el viaje por entregar el regalo faltante... ¿Quién iba a decir que terminaría descubriendo sus verdad...