—Uh... Arthur...
Llamo (t/n) cuando se percató que no estaban en el sitio adecuado, girándose para mirar toda la habitación. Reparando en los churros en específico sin masticar, sin tocar, permitiendo que Arthur se mostrase tan nervioso como ella al descubrir que verdaderamente se equivocaron, una vez más en esa eterna noche.
Lo único que parecían hacer bien entre ambos era equivocarse.
—¿Chicas?
Hablo Arthur al entornar su mirada en ambas, aunque la única respuesta que obtuvo en esos instantes fue la alarma que comenzó a sonar cuando se libró de la envoltura improvisada en este, casi al mismo tiempo de aquello un pequeño perro salió de su escondite para lanzarse en contra de una de las pantuflas de Arthur.
Dejando que este retrocediese con un tanto de pánico por terminar despertando a todos en esa casa. Las cosas no terminarían exactamente bien si los veían adentrarse en su hogar, nada bueno podría ir de ello.
Y peor aún se encontraban lidiando con el estrés de que continuaban cometiendo errores, como si la vida estuviera poniéndolos a prueba. ¿Qué prueba exactamente? Ellos no tenían ni una idea, pero sentían que había una prueba impuesta por la vida con un propósito que aprender.
—Tenemos que salir pronto de aquí — dijo (t/n) nerviosamente, caminando hacia Arthur —, antes de que se despierten o nos meteremos en grandes problemas.
—Le gustan las pantuflas aún más que a ustedes.
Indico Bryony en su intento de apartar al animal pequeño de la pantufla de Arthur.
—Déjame ayudar, Bryony.
—Claro, (t/n) — contesto la duende con una sonrisa formándose en su rostro.
Claramente agradecida con la ayuda de (t/n) que se acuclillo sobre sus rodillas para terminar quitando al pequeño animal de morder la pantufla de Arthur. Permitiendo que él pudiese salir por la ventana, aunque claramente él animal parecía complacido de estar siendo sostenido por ella, no podía tenerlo así todo el tiempo, dejándolo en el suelo.
Era su turno de abandonar el hogar, pasando una pierna por el sitio cuando el pequeño perro mordió su pantufla. Perdiendo su equilibrio, cayendo hacia atrás, salvada únicamente por Arthur que se apresuró a sujetarla y arrojar una de sus pantuflas en el hogar.
Solo con ello libraría a (t/n).
—Feliz navidad — susurro Arthur al pequeño perro.
Permitiendo que (t/n) pasase su otra pierna y cerrar la ventana finalmente, reanudando su escapada. Tomando la bicicleta, corriendo con una sola pantufla a las luces de los helicópteros en los alrededores, buscándolos, corriendo sin entender que estaba pasando ahora.
—¿En dónde estamos? — quiso saber (t/n) mientras corrían.
Y esa en realidad era la pregunta más repetitiva de aquella noche, corriendo, como tantas veces ya. Posiblemente haciendo más ejercicio que en otras ocasiones, corriendo por sus vidas sin saber que ocurría ahora.
—¡Este es otro Trelew! — exclamo Bryony.
—¿¡Y esos helicópteros de donde salieron!? — pregunto (t/n).
—¿¡Que está sucediendo!?
Agrego Arthur.
—Nos estuvieron vigilando — Abuesanta contesto al indicar con un dedo hacia el cielo —. Vieron a Eve, es igual que la última vez.
—¿Cómo la última vez?
Inquirió (t/n), subiendo al trineo cuando Arthur la espero a ella, siguiéndola, tomando asiento a su lado, manteniéndose cerca del otro cuando Bryony mostro en su aparato las noticias. Evidentemente hablando de ellos, de cuando ese hombre estuvo disparándole a Arthur, creyendo que se trataba de un alienígena y no un humano, cada uno de los estragos que provocaron alrededor del mundo.
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Our Christmas Love {Arthur Claus & Lectora} Operación Regalo - Finalizada
Fanfic"-Yo no soy una Claus." Diría (t/n), provocando un mar de dudas en Arthur, en querer descifrar que tipo de inseguridad se ocultaba en todo ello, en el viaje por entregar el regalo faltante... ¿Quién iba a decir que terminaría descubriendo sus verdad...