Todo y Nada

Fairchild

Me separé de ese beso sabia que me haría ceder, el dio un paso hacia mi -vamos se que quieres juro que tus patéticos perros no se enteraran- por que los chicos son tan idiotas -no sabía que podías leer mentes Wayland como sabes que te deseo- me burle e inmediatamente tomo mi cintura con una mano y la otra se pose en mi culo -por que se ve en tus ojos amor- el jadeo en mi oído se me erizo la piel, el sabía como calentar chicas pero no cedí una vez más me alejé y termine con esa escena -vamos tenemos qu entregar un trabajo para mañana- el se ento con una sonrisa traviesa.

Terminamos ese trabajo ya tarde -no me vas a despedir bien Fairchild- gruño acercándose a mi nuevamente mi curiosidad seguía a tope y pensé ¿por que no? ¿Que podría salir mal? -Si lo hago me dejarás en paz y te irás con tus encantos a molestar a otra parte- lo mire burlándome de su estupidez -sabes que eso no pasará pero aún así te concedere el deseo preciosa- se acercó mucho a mi quedando a centímetros y un calor recorrió mi cuerpo de nuevo sentía su respiración y fue cuando no aguanté más lo besé con mucha intensidad el respondió igual nos deseábamos mutuamente.

El beso se intensificó rodee su cintura con mis piernas el las acariciaba tenía práctica y no dudo en usarla. Me empujó contra una pared haciéndome jadear sus besos pasaron por todo mi cuello dejando nuevos chupetones sobre los anteriores -pongamonos cómodos Wayland- dije entre pequeños gemidos baje mis piernas y nos dirige hacia mi habitación donde me tira suavemente hacia la cama toma mi cintura haciendo que se arquee y su otra mano desabrochar mi pantalón -la mejor desicion que pudiste tomar- dijo mientras se encargaba de dejarme solo en lencería.

-Es mi turno- tome el control de la situación ahora hoy estaba arriba de el quite su camisa y dejo ver su abdomen marcado baje lentamente hasta su pantalón yo igual tenía práctica y no dudé ni un segundo en usarla acaricie por fuera su gran amigo y desabroche lentamente su pantalón dejándolo en boxers volteó a ver si cara y se veía victorioso así que seguí, baje con delicadeza su boxer y empecé a acariciar poco a poco su duro amigo. -Vamos sigue Fairchild- dijo entre gemidos, seguía haciendo lo mismo hasta que baje mi ropa interior y subí a el en cuanto su amigo entró dejé escapar un gemido fuerte yo estaba arriba, yo tenía el control comencé a montarlo dando casa vez más intensidad.

Los dos lo disfrutamos hasta que dijo -hora de cambiar de rol señorita- me empujó suavemente hacia un lado dejándome en cuatro sentía como jugaba con su pene haciéndome gemir constantemente, en cuanto volvió a estar dentro de mi gemi con tanto placer el tomo parte de mi pelo y lo jalo, ambos sentíamos el placer en cuanto pudo cambio de posición haciendo que estuviera en la orilla de la cama mientras el estaba arriba el me penetraba cada vez más fuerte siento una ola de placer acumulada en mi -Ja-jace ya m-me voy a co-correr- dije entre gemidos -espera un momento- el subía su intensidad haciéndome gritar de dolor.

Siguió así cuando no aguanté más y me corrí en el mis piernas estaban temblando demasiado sabia que no iba a poder caminar bien mañana pero el seguía cada golpe más fuerte veía mis piernas temblar y sabia que tenía que hacerlo más fuerte, en un instante se corrió dentro de mi sentía tanto placer y el lo noto.

Mis piernas no dejaban de temblar jamás había cogido así con alguien -tus piernas dicen que he sido el mejor- planto un beso en mi clavícula cualquier forma que el se acercara a mi me hacia sentir su calor en mi piel, -he tenido noches mejores- me burle de el mientras trataba de pararme claro no podía caminar casi caigo si no me hubiera atrapado -Bueno cariño hoy no podrás caminar- su cara se poso orgullosa agarrándose con firmeza de mi cintura marcada por sus dedos -entonces ayúdame a bañarme- en seguida me miro -quieres una segunda ronda- me miraba con deseo a pesar de ya haberme hecho suya.