Capitulo 21

30 4 7
                                    

Bueno el entrenamiento fue agotador, ¿a quién se le ocurrió ponerle combate a un novato? En fin pase 4 horas ahí peleando con dos orangutanes que no se soportan.

Cuando salí tuve un momento súper incómodo.

–Bueno t/n ¿te llevo a casa?–  ofrecio el chico rubio dándome la mano.

–Lo siento Wayland pero vino conmigo yo la llevo ¿o no t/n?–  genial el castaño estaba celoso yblo hacia relucir.

–Bueno... mejor iré sola ustedes son muy amables pero ya sabes Louis me espera– fue lo único que se me ocurrió para sacarme de esa situación Patric entendio de inmediato.

Así que cuando iba por el parque donde nos encontramos se fijo que Jace no viniera atrás y me llevo a su departamento, es bastante ingenioso, en fin llegamos a la puerta y lo único en lo que podía pensar era dormir estaba demasiado cansada para una noche de pasión.

–Prepararé algo para cenar luego te duchas y dormimos, ese Wayland puso una rutina muy cansada para ti– el me entendía sabia lo que quería en todo momento por eso me gustaba.

–Mejor en lo que preparas me ducho ¿okey?– salí de ahí con un beso bastante tierno.

Debo admitir que su ducha era bastante cómoda incluso mejor que la mía, estaba disfrutando el agua caliente tocando mi piel, cada roze que hace en el me recordó momentos con Patric incluso aunque se comportara como un idiota cada que Jace estaba cerca lo quería para bueno o malo lo termine queriendo.

Seguí con mi baño cuando sentí unas manos tocando mi cintura, me sobresalte un momento, volteé hacia atrás y vi a Patric tan sonriente como cuando le entregas una golosina a un niño.

–Se supone que deberías estar haciendo mi cena– cerré la regadera para enjabonar mi cuerpo aprovecharía este momento para seducir al castaño.

P.O.V Patric

Verla empapada acariciando su cuerpo hizo darme cuenta que de verdad era suertudo no cualquiera tenía una mujer así en su ducha.Me empecé a empapar tratando de no mirar a aquella chica, cerré los ojos un momento y la tenía acariciando mis brazos, cerré la regadera de nuevo.

–A que juegas por que no lo vas a conseguir– la mire fijamente a esos ojos tan peculiares eran como los de una salamandra oscuros pero bastante grandes tenía la mirada tan dulce y genuina. No solo la buscaba por sexo y diversión había algo más en ella, algo que ni cien chicas podrían reemplazar.

–Solo cállate y disfruta–  era tierna pero cuando quería podía ser una mujer muy seductora o mejor dicho sexy de verdad me gustaba la quería conmigo para siempre.

Se lanzó a mi besándome con lujuria en ese momento entendí todo lo que planeaba. Seguí su juego era difícil negarme así que nuestros cuerpos mojados se juntaron cada vez era más excitante así que la alce haciendo que sus piernas rodearán mi cintura, empujándola a la pared sin lastimarla, ella jadeo.

Seguí besando su cuello sin importarme nada, ella jugaba con mi cabello mojado, mi erección era más notoria. –Ya hazlo, te necesito dentro de mi– dijo entre besos, y yo atendí su indicación así que sin previo aviso lo hice estaba dentro de ella.

El hecho de tener humedad en el ambiente lo hizo más interesante yo empujaba dentro con fuerza ella solo aruñaba mi espalda, oírla gemir era música para mis oídos y aún más cuando se trataba de mi nombre. Segui empujando hasta que la baje se puso enfrente de mi y la incline, tomando sus caderas, volví a estar dentro de ella cada vez más fuerte ella gritaba de placer esto era lo que quisiera cualquier hombre una chica bastante buena y coger pero yo no buscaba eso ahí. Ella sabía que me importaba aún si yo a ella no, no me importaba solo la quería para mí. Siempre.

Terminamos el sexo en la ducha así que nos pusimos cómodos, cenamos después y nos acostamos en mi cama.

–Sabes a pesar de todo no me importa los momentos en la cama solo que seas tu– me dijo dulcemente mientras ponía su cabeza en mi pecho.

–Contigo es diferente muchas chicas darían cualquier cosa por estar aquí y se irían apenas acabaramos– dije burlonamente lo cual hizo que me diera un pequeño empujón.

–Hablo en serio me gusta pasar tiempo contigo y no importa que a veces seas un idiota me gustas–  ella era tan segura de si misma me hacia sentir menos idiota de lo normal.

–Me gusta igual pero no cuando tienes a una bola de imbeciles tras de ti o que te coquetean en frente mío–  noto que estaba celoso así que solo dio una dulce risa se acercó a mi rostro y beso mis labios nuevamente.

–Ay que dormir mañana hay clases.... ¡oh mierda!– se levando de la cama en un instante.

–¿Que paso? ¿Todo bien?– hice lo mismo al ver que se estaba vistiendo.

–Mañana son exámenes finales, lo olvide por completo así que hoy estudiaré toda la noche ¿podemos ir a mi departamento por libros y tarjetas?– asenti con la cabeza mientras me cambiaba igual eran las 2 de la mañana hacia un poco pesado el viaje.

Regresando de su apartamento nos la pasamos estudiando en un sillón ella estaba sentada en mi regazo mientras me preguntaba sobre algunas materias seguimos así hasta que nos quedamos dormidos en el sillón su cuerpo encima del mío.

A la mañana siguiente...

P.O.V   T/N

Por la mañana me desperté abrazada de Patric nos habíamos quedado dormidos estudiando, lo desperté con un beso en la frente, hice un desayuno rápido y nos fuimos al colegio. Íbamos muy cansados habíamos dormido 3 horas nuestros casilleros estaban juntos así que nos dirigimos a ellos.

–Mierda mi cabeza me va a matar– dijo quejándose de una pequeña migraña.

–Tenemos tiempo de ir por un café ¿quieres uno?– tome una de sus manos estaban muy frías.

–Necesito cafeína en mi sistema, vamos te invito uno– nos fuimos tomados de la mano era evidente que todo el colegio notó que había algo entre nosotros, a muchos parecía no importar pero solo había 3 personas que lo odiaban: Melissa, Jace y Louis.

Jace lo odio por el hecho que le habían quitado a su presa, Melissa llevaba tiempo intentando que Patric lo notara que notara que le gustaba y Louis por el hecho que siempre se comportó como un idiota con nosotros pero había cambiado eso nadie lo notaba más que yo, yo era la única que sabía que había algo bueno en el y me gustaba en serio lo que se había convertido.

Todo y Nada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora