Negociación

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—Ojalá pudiera haberle plantado cara a esa zorra—soltó frustrado Zigor dando vueltas en su habitación.

Aún recordaba lo de aquella mañana y escuchó entre cuchicheos la expulsión de Neferet pero lo que colmó el vaso fue quien se lo puso, Aitor. Más razón tenía para dejarle ese escarmiento. Entre todas aquellas malas vibraciones hubo una que no era así. Pensó en que ella podía ser la tercera persona que buscaba en su plan. Tenía fuerza y eso le podría venir bien. Solo que se lo tenía que ofrecer y un vez que aceptará la apuntaría en la libreta añadiéndola al plan.

Esa misma tarde salió de su casa acompañado de su cartera azul marino. Ni sabía dónde vivía pero intentaría convencerla. Nada más pisar la acera pudo ver a Neferet salir por la puerta de la casa que se ubicaba a la de Zigor.

Ahí estaba, vestida con su atuendo normal. Hacia que Zigor se quedará de piedra solo con su presencia. Ella se fue hiendo hacia la derecha sin darse cuenta de Zigor. Él rápidamente pero discretamente la siguió. Cada paso de ella era un latido del corazón de él. No sabía que le pasaba a Zigor pero se le notaba extraño. Podía ser alguna cosa que comió pero ¿Desde cuando la comida daña al corazón te tal manera?

Neferet llegó a la biblioteca del municipio. Solo más llegar la bibliotecaria la saludó de manera cotidiana y agarró el primer libro de la estantería C, "Terror y Gótico". A partir de ahí, empezó a leer el Gato Negro de Edgar Alan Poe. A Zigor le fascinaba que leyera ese libro. Él ama ese género de literatura y sobretodo ese era su favorito, el primer libro que  comenzó su afición por esos libros.

Zigor con su manera de siempre se  acercó, se sentó delante suya en esas mesas rectangulares y alargadas de madera de roble con ese barniz brilloso, por los rayos de la viejas lámparas, llenas de polvo, por la poca limpieza, que, seguramente no se ha hecho desde meses.

Neferet le nota y deja de mirar el libro.

—¿Eres Neferet, verdad?

—Depende de que ¿Por qué se me necesita?

—He escuchado que hoy ha habido una pelea y los castigos se han otorgado injustamente. ¿Qué tal si te vengas de ello?

—Eso suena algo turbio, no sé qué pensar.

—Vamos, es un pequeño escarmiento, nada más. Ese profesor es muy tutor y profesor en otra materia siempre nos deja en ridículo pero sobretodo a mí por eso yo también me quiero vengar. Es un sinvergüenza que le vendría bien un susto—dijo Zigor con malicia.

—Oye, pareces un buen chico pero no creo que yo pinte en todo ese gallinero—dijo Neferet con buen rollo pero sin saber nada más de ese tema.

—Dime cuál es la razón para que me rechazes las oferta—insistió Zigor.

—Dime tu una cosa por la que quieres que entre—le devolvió con sarcasmo.

Se levantó, dejó el libro y se marchó. Zigor se fue tras ella.

—Quieres dejar de seguirme.

—No me has dejado responder. Por favor deja de caminar, quiero hablar contigo.

—Será mejor que no estés mucho conmigo o también sacarán el rumor de que yo he pasado la noche contigo o esas gilipolleces.

—No creo. Prefiero a las damiselas con un vocabulario moderado.

Neferet se atoró en seco, se giró mirando a Zigor y le dejó que respondiera.

—Tienes mucha fuerza, se nota que eres una señorita con poder y energía. Eso sería lo escencial para poder encajar mis planes.

—Eso ya me gusta más—dijo con los brazos cruzados.

—¿Qué me dices?—levantando una ceja de manera pícara.

—Ya me lo pensaré. Mañana te diré algo. Ahora si no te importa que igualmente me da igual. Me marcho—Se volvió a girar y se fue por su camino.

Tan rápido como pudo, Zigor, sacó su libreta y con su bolígrafo pudo añadir otra cosa más.

—Neferet Garza: Una bella dama con la que su habilidad principal es la fuerza y ese espíritu con la que puede vencer su espíritu. Obviamente su autoestima está algo golpeada por algunos. No se calla y ataca.
Me recuerda al color lila, púrpura. Todo lo oscuro y lo blanco se unen creando un color algo regular. Un lobo. Su mirada es la mayoría de veces fría y apagada pero muy pocas caliente y abrasador donde ella es capaz de valerse por sí misma.

Rojo, la nueva modaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora