Capítulo 1: Los guantes

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Todo en este mundo podia hacerle mal a Zigor aunque nunca podia pensar, que, el cambio de ciudad no le afectara para nada. Otra persona o tú podrias preocuparte, enfadarte e incluso tener miedo. Este último, lo sentía Zigor pero no por el cambio sino por su ciudad natal. Habia el topico de la palabra acoso escolar. No por su forma de ser ni por los estudios era solamente por su prescencia. Él siempre pensó que no era acoso sino odio. Al recibir la noticia no expreso nada, su rostro era como una mascara, fija. No gestuó ni solto una misera palabra de su fina, rosada y dulce boca. Solo parpadeo una o dos veces y se marchó tranquilamente hacia su habitación. Sus padres se miraron entre ellos y hicieron como si nada hubiera pasado, cada uno siguió con lo suyo. 

Mientras, Zigor, abrió una maleta azul mediana y cuidadosamente metió su ropa una camiseta tras otra, después los pantalones y por último los zapatos, accesorios menos los guantes. Unos guantes muy valiosos para él, los encontró la noche donde uno de esos matones le encerró en un cementerio. Su terror era tal que no podia controlar sus temblores, sus agallas parecian desparecer haciendo que corriera en busca de otra salida. El viento agetreaba todo, las hojas de los árboles se iban cayendo en manada, todas juntas para acabar en el suelo. Zigor tambien se encontraria como las hojas. En ese momento, estando en el suelo se encontró a un escorpion. Ya no estaba solo. El animal se fue yendo tranquilamente hacia la derecha. Zigor pensó, que, si seguia al escoprion podia ayudarle. Sonaba disparatado pero ese escorpion lo veia verde. Creia que podia ser su subconsiente. Al final le llevó a una tumba, donde se hayaban unos guantes marrones pero que para él fueron verdes. 

-¿Cómo podía ser posible?-pensó cuando uno de los guadias le vio y le preguntó sobre los guantes marrones.

Esa noche, Zigor pensó que era algún mensaje de alguien, nunca dejo claro su cabeza de quien. Podia ser dios, un fantasma, el destino o aquel escorpion. 

Zigor agito su cabeza de un lado a otro, borrando aquel recuerdo de sus ojos. Los guantes, lo guardó en un bolso algo amplio, allí tambien guardaria varias cosas como chicles de fresa, su móvil, los auriculares y una de las cosas que para él era y será importante su libreta mediana de cuero azul turquesa (azul). En ella apunta sus ideas. Piensa que las ideas solo vienen una vez en la cabeza. Cuando lo tenia todo preparado, se acosto en la cama y poco a poco cerró sus ojos. Deseando estar en la otra ciudad.




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