- Quiero que entres conmigo.
Vi a Rigby, que miraba el suelo, estaba rojizo.
- ¿Seguro? - le pregunte.
- Ven, antes de que me arrepienta - se le notaba más serio.
Entramos en el baño, lo cerré con pestillo y nos empezamos a sacar la ropa. Solo faltaban nuestros bóxers.
- Nos bañaremos así - dijo.
Nos metimos en la tina, no era muy grande, así que nos apegamos más. Di la llave, y al parecer muy caliente para el gusto de Rigby, el cual soltó un gemido.
- E-estas muy caliente - ese tono de voz me estremecía.
- Ok.
Lo puse en una temperatura normal. Se noto el cambio, en la cara de Rigby.
- ¿Me enjabonas la espalda?
- ¿Y yo? - dije algo nervioso.
- ¿Quien más? - me paso la esponja junto al jabón - comienza.
Empecé por la espalda, luego a su cuello y bajando a su abdomen.
- Llegare hasta aquí - me separe de el.
- ¿Porque? - se dio la vuelta - se estaba poniendo interesante.
Se acercaba lentamente, hasta unir nuestro labios. Empezó a intensificarse el beso. Abrió un poco su boca, y aproveche para introducir mi lengua. Nos juntamos más, el agarrado a mi cuello, y yo a su cintura. Baje a su cuello, lo mordía, lo besaba, haciendo soltar gemidos al castaño.
Ahora Rigby se puso encima mio, para besar mi cuello y abdomen. Ahora yo era el que gemia. Bajo mucho más a mi miembro, allí se detuvo.
- ¿Seguro? - le pregunte.
- Si es contigo, si.
Dicho esto, yo tome las riendas y me puse encima suyo. En el movimiento, rozamos nuestros miembros, Rigby soltó un gemido, y no se como mi mano llego a tocarle por debajo de la ropa.
- M-mordo - sus gemidos me excitaban.
Le saque sus bóxers, al igual que los míos.
- ¿M-mordo dolerá?
- No te preocupes, te prepararé.
Le mostré tres dedo frente a el, y creo que entendió el mensaje, porque empezó a lamerlos. Me encantaba ver así al castaño, y por mi.
- Listo, ¿preparado? - dije acercándome a su entrada.
- S-si.
Primero metí un solo dedo, Rigby soltó un pequeño grito de dolor. Cuando ya paso, metí el segundo, haciendo el movimiento de tijeras. Al principio, sus gritos eran de dolor, pero luego se convirtió en gemidos de placer. Le ayude masajeando su miembro. Termino corriendo se en mi mano.
- Creo que ya estas preparado.
- Espera - me detuvo.
- ¿Que pasa?
- Vamos a tu cama.
- Ok - me dio risa.
Lo tome estilo princesa - sin antes cortar el agua - y lo acosté en mi cama, nuestra cama.
- ¿Ahora si? - dije, ya desesperado.
- Si - dijo para darme un corto beso en los labios.
Me acerque a su entrada, introduci mi miembro lentamente, intentando hacerle el menor daño al castaño. Pero fuera lo que haga sus ojos se cerraban con fuerza. Se agarro de mi espalda, rasguñandome. Me mantuve dentro de él, para que su dolor pasase. Me aviso moviendo su cadera. Comencé a embestirlo lentamente, todavía rasguñaba mi espalda.
*Punto de vista de Rigby*
Sentía un dolor inmenso, me aferre a la espalda, la sostenía tan fuerte que empecé a rasguñarle. Al tiempo, el dolor se convirtio en placer. Me separe de su espalda. Gemia sin parar, sentía que iba explotar. Me tape la boca, me daba vergüenza estar así frente a Mordecai.
- Vamos, quiero oírte - dijo acercándose a mi oído.
Empecé a gemir otra vez, era tanto el placer, que no lo soporte.
- M-mordo, me c-corro - dije gimiendo en su oído.
- Hazlo.
Dicho esto, me corrí en nosotros. Al momento después Mordecai se corrió en mi interior.
Mordo se puso a mi lado, los dos exhaustos. Nos tapamos y me acerque a su pecho.
Fue la mejor noche de mi vida.
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Mi primer Lemmon y tal vez es el peor que hayan visto /estuvo bien / ¿enserio? /nop/ te maldigo conciencia.
