*Punto de vista de la narradora*
Ya habían pasado semanas, y ya dolo quedaba un día, 24 horas, para que se casaran.
- Nos vemos Mordo - se despidió el castaño, abrazando al peliazul.
- Te esperare - correspondió al abrazo del pequeño.
Ya tenían que separarse, ya que el novio no puede ver... al novio.
Musculoso ayudaría a nuestro seme, y Fantasmin a nuestro uke.
*Punto de vista de Rigby*
Me subí al auto, con cara triste, pero cambio cuando vi a Mordo con una sonrisa, esa que te puede dar valentía.
Le devolví la sonrisa, justo cuando el auto partió.
- No te pongas así, lo volverás a ver en el altar - dijo Fantasmin, que iba conduciendo.
- Eso es lo que me pone nervioso, el no verlo en ese altar - dije mirando por la ventana.
- Olle - hizo que lo mirara por el espejo - Mordecai te ama, tenlo por seguro, y no haría nada para verte sufrir.
- Gracias - recordé algo - Fantasmano, ¿tienes licencia de conducir?
- Estoy en ello.
- Me estas diciendo que...
- Estoy practicando.
- ¡Dejame aquí, que no quiero morir antes de mi boda! - empecé a desesperarme.
- Calma, dejarle el trabajo al conductor, además - paro - ya llegamos.
Abrí la puerta y baje a toda velocidad, para abrazar al suelo.
- Creí que jamas te volvería a ver... - dije aliviando me de estar vivo.
- No exageres - dijo Fantasmin, cruzándose de brazos - entremos, que tienes que planificar todo y dormir bien.
- Ok - me levante - adiós suelo.
Entramos a una casa, creo que era de Fantasmin, aunque se nota que no la ocupa, ya que esta sucia por fuera.
Adentro era todo lo contrario, muebles bien limpios, paredes con cuadros sin una pizca de polvo.
- Es muy linda esta casa - dije mirando todo detalle en las paredes.
- Acostumbraste a ella, porque con Mordo tendrás una parecida, tal vez, mas grande, para la familia.
- ¿Familia?
- ¿No planean tener hijos?
- ¡¿Hijos?!
- Veo que no... - cambio el tema - ahora veamos tu traje, y como tendrás que caminar.
Esto va a ser aburrido.
