*Punto de vista de Rigby*
Estaba con Jeremy, me pidió que le mostrará lo que había en la bodega. Yo solo gruñi y le mostré. Entramos y justo cuando saldríamos se paró frente a mi.
- Jeremy, sal, nos tenemos que ir - dije intentando llegar a la puerta.
- No, no, no - dijo en un tono divertido, que no me divirtió.
- ¡Dejame pasar! - dije ya cabreado.
- No sin antes obtener algo tuyo.
Con eso se acercó a mi y me tomo de la cintura, intente safarme de su agarre, pero era más fuerte.
- ¡Jeremy! - me intentaba separar de el.
El solo se reía, y empezó a acercarme más a el - cosa que creía imposible - y se acercaba peligrosamente, hasta que vi a esa persona, que siempre me estaba salvando.
- ¡Mordo! - me agarre hacia el.
Desde allí, yo solo cerré los ojos, aferrado a Mordecai. Después de un tiempo, sentí que Jeremy me soltó. Levante la mirada para encontrarme con la de Mordo.
- Gracias Mordo, eres celoso ¿eh? - dije sacandole una sonrisa.
- No soy celoso, solo protege lo que es mio - levanto mi cara y me beso en los labios - y tu eres mio, solo mio.
Después de eso volvimos a la casa, a nuestra habitación. Recordé sobre lo que pasaba entre Mordo y yo, debía hablarlo con Mordecai.
- Mordo - capture su atención. - ¿Que pasa castaño?
- Pensaba... En nosotros... Tu sabes - no evite ponerme nervioso.
Mordecai solo me vio y me tomo en brazos, colocándose en sus piernas y mirándonos cara a cara.
- Dime - decía con esa sonrisa. - Ehmmmm... - no podía estar más nervioso, me uso apegado a su entrepierna, le gustaba hacerme sentir nervioso.
- Vamos, dilo.
- ¿Somos novios? - saque valor.
- Depende, ¿quieres que seamos novios? - ¿era una propuesta?
- Yo... Si - desvíe la mirada.
- Entonces - me tomo de la barbilla - si lo somos.
- Creí que deberíamos dormir. - Ok, ve a cambiarte, que hoy dormirás conmigo - me abrazo por la cintura
- Pero si tengo cama - intente buscar mas excusas.
- Por favor~ - no le podía decir que no.
- Bah - rodee los ojos - ok.
- ¡Si!
Fui al baño a cambiarme, mientras que Mordo lo hacía en la habitación. Cuando salí lo encontré solo en su ropa interior.
- Ponte la camisa - intentaba esconder mi sonrojo.
- Rigby - se acercó a mi - te deberías acostumbrar al cuerpo de tu novio, y más.
- ¿C-como que más?
- Ya lo veras, ¿nos acostamos?
Solo suspire. Me acosté dándole la espalda a Mordecai, el cual aprovecho para abrazarme por la cintura, yo solo me tranquilice, debo controlar el nerviosismo. Pero justo en ese momento, metió sus manos por debajo de mi polera, tocando todo mi torso. - ¿Q-que haces?
- No te preocupes, se que no quieres, y yo no te obligare. Esperare hasta que estés listo.
Eso de alguna forma me hizo sentir bien, sentir su calor, sentirlo a el me tranquilizaba.
