Marcos: La verdadera historia

Me presento: soy un mentiroso

Desde ya les adelanto a quienes lean un poco de esto es que desde el titulo de esta obra que les vengo mintiendo. No me llamo Marcos y esta no es mi verdadera historia. Soy un avatar, un escritor fantasma, un nickname, un seudonimo y asi también lo seran todos los nombres propios que aparezcan por estos lados. Ahora bien, les adelanto, soy escritor. Obviamente no soy famoso, soy un escritro trucho de pueblo que escribe novelas fantasticas y cuentos de terror, que se inventa narrativas forzadas o estereotipadas, tramas de las que una vez me supe orgulloso y que a veces incluso me gustan. Pero llegan momentos de extrema tensión, donde la creativa no surge y entonces me doy cuenta que siempre giro en una misma espiral, que bien podría dividir todos mis cuentos en dos tramas simples: las que siguen el cuento clasico y las que tratan (sin exito) de ser innovadoras.

El otro día daba un taller sobre narrativa y creación de cuentos y dije lo siguiente: "en el cuento el personaje es una cascara vacia donde el lector se puede identificar, no es necesario que tenga contexto, ni aspiraciones" Son maneras de matar al ser humano, porque en cuanto creamos un humano dentro de las lineas de una historia corta, ya le estamos matando las emociones y desgarrandole por dentro. "Hola ¿como estas? Viniste a entretener a la gente, ahora baila dale que todos te estan viendo" Que asco, ser arrojado de esa manera al mundo.

Es así que hoy he decidido hacer lo contrario, y contar mis hazañas en la vida (aquellas que poco tienen que ver con la escritura) devolviendome la calidad de humano que yo mismo me quite. Porque asi como los personajes yo también soy el protagonista de un cuento. Supongamos que cada quien se proyecta en su escrito, entonces somos y no somos la infinidad de caras que creamos, una parte nuestra esta en el tipo que le es infiel a la mujer, el asesino que se ha cobrado dos victimas de puro placer sexual, el introspectivo escritor que un día decidio comerse el mundo con una escopeta. Y ahora aquí me presento, transparente, y les vengo a decir la primera gran mentira: yo me llamo Marcos.