Epílogo

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La cena estaba siendo servida en la casa de los Jeon, todo preparado para una reunión familiar que se llevaría a cabo en dicha casa, debido a que el menor de ellos o sea, Jeon Jungkook, quería hacer un anuncio especial.

Todos se habían sorprendido con aquel acontecimiento, pero desde que el castaño había regresado de su viaje se notaba mucho más felíz, y totalmente renovado.

Su padre fue quien lo noto en primera instancia pero no dijo nada, pues pensó que se le pasaría pero no había sido así, esa noche era exactamente un mes luego de haber vuelto de aquel viaje de negocios, por lo que ahora sí era algo sorpresivo.

Sin embargo el mayor creía que esa noche diría cuál era la razón por la que se encontraba de esa manera.

Por otro lado un pelinegro se encontraba nervioso por todo, pues desde que su jefe le había comentado sobre la cena de hoy no podía ponerse de otra manera.

Conocía a las Jeon de hace algunos años, no solo a los padres de Jungkook si no también a sus abuelos y la mayoría de su familia, además se llevaba bien con todos, mucho más con el abuelo del castaño.

Pero a pesar de eso no podía estar tranquilo, pues todos lo conocían por solo ser el asistente de Jungkook y ahora no solo era eso.

Sus pensamientos solo podían hacerlo sentir más y más nervioso, pensando en que todo saldría mal, y es que esa noche iban a anunciar su relación.

Hace un mes que habían iniciado pero él no estaba preparado para que todos lo supieran así que prefirió pensarlo cuidadosamente.

Así que habían actuado como siempre en la empresa y nadie se había dado cuenta, excepto por unas acciones de ambos que no eran muy comunes pero de forma separada así que no sospechaban.

Pero el día había llegado su relación iba a ser publica al menos para la familia Jeon en ese momento y poco a poco todos lo sabrían por lo que no podía simplemente estar calmado.

Unas manos le rodean por la cintura desde atrás y puede sentir inmediatamente el aroma de la loción que su jefe usa, conforme el castaño deja un beso en su mejilla y luego en su cuello.

Están en su oficina por lo cual nadie les veía, y Jimin no podía mentir, sus atenciones le tranquilizaban un poco.

— Aún estás nervioso, Jimin-ssi - le dice el más alto en el oído, no había sido una pregunta, sino más bien una confirmación.

El más bajo solo asiente y se da la vuelta en sus brazos, plantando un beso en los labios de su jefe, más bien de su jefe y novio.

— Lo estoy, ya sé que conozco a tu familia pero esto es diferente, seguro pensaran que soy un aprovechador. - dice el pelinegro con un puchero en sus labios.

— No harán eso, te conocen perfectamente, incluso mis abuelos parecen quererte más a ti que a mí. - se queja el castaño, lo cual hace reír a su novio. - Ya verás que te amarán comos siempre, bebé ahora anda vamos. - le deja un beso en los labios nuevamente y se separa para buscar sus llaves.

— Aún no entiendo porque no puedo ir a arreglarme al menos un poco. - rueda los ojos el pelinegro, saliendo de la oficina y esperando a que su novio le siga, lo cual claramente hace.

💕Ciegos de Amor💕 «Kookmin» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora