Los experimentos de Merlín siempre son exitosos, por eso, aprovecharía para hacer uno de los tantos que rondaban en su cabeza, el cual era hacer a uno de sus amigos un bebé.
Y la mejor opción para esos casos, era cierto castaño de ojos color miel, e...
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Meliodas mantenía a King atrás de el por si aquel mandamiento se lanzaba a atacarlos, mientras que Galand solo sonreía al ver como el demonio que traiciono a su clan estaba a la defensiva, se le hacía sumamente gracioso y algo que estaba disfrutando de ver.
— ¿Qué paso Meliodas? ¿Acaso te ablandaste y por eso no atacas? —sonrió burlón el mandamiento. —O... ¿acaso esperas que yo te ataque para matarte?
Aquello asusto a Meliodas y miro a King asustado, no quería que el se involucrará en aquello, no quería que ese chico este en medio de toda la destrucción, debía alejarlo de aquel lugar como pudiera.
— ¡Merlín cuida de King! —exclamo el rubio y fue directamente a atacar al demonio, este reacciono rápido y se cubrió con su arma.
Merlín asintió y creo el cubo perfecto, encerrando a Elizabeth, Hawk, Arthur y King, ellos solo miraban la escena esperando a que los pecados puedan con aquel ser que apareció hace algunos minutos.
Meliodas y Galand pelearon con sus armas, mientras los otros pecados los ayudaban de lejos, después de todo, el capitán era el único que podía darle batalla a aquel mandamiento.
Pero no todo dura para siempre, y el mandamiento barrió con todo, dañando aquellas casas y a los pecados con un solo movimiento de su arma, a la única que no pudo dañar fue a Merlín gracias a su cubo perfecto.
— ¿Qué paso? ¿Acaso ese fue todo su poder? —pregunto la armadura con una sonrisa de arrogancia.
Merlín estaba en un aprieto, que no sabía qué hacer, sus ataques posiblemente no le hagan nada a alguien como él, así que solo opto por hacer algo que hace muy bien, y aquello era... mentir.
—Galand... te ofrezco algo. —hablo decidida, encubriendo sus nervios con su sonrisa. —Te daremos lo que desees, cualquier cosa, pero con tal de que nos dejes en paz. —mientras decía eso, en su mente pensaba miles de posibilidades para huir o atacarlo.
—Estas mintiendo. —acuso rápidamente el mandamiento. —Y como dijo Meliodas... soy el mandamiento de la verdad, ¡Cualquier persona que mienta mientras estoy delante de él se convertirá en piedra!
Merlín se encontró asustada, que al cabo de unos segundos, todo su cuerpo se petrifico, cosa que asusto a los presentes al ver aquella abrumadora maldición, los pecados poco a poco se sentían tan débiles y pensando en lo inútiles que fueron.
Meliodas quiso atacarlo pero su lanza fue incrustada en su pecho, Diane quiso hacer lo mismo pero su cuello fue cortado con rapidez, mientras que al cuerpo petrificado de Merlín le cortaron la cabeza.
— ¡Meliodas! —grito King queriendo salir de aquel lugar y luchar... ¿Por qué lo encerraron? ¿Acaso tenía que vivir en un mundo donde Meliodas está muerto?
Trato de salir muchas veces, mientras veía como aquel mandamiento se reía al cometer una matanza en el lugar, así que se fue satisfecho de aquel lugar, mientras que las personas que estaban en el cubo perfecto lloraban por las muertes de los pecados.
