-DOS-

254 39 4
                                    

—¿Entonces Sandra te invito a su fiesta?

—Si.—dije contestándole a Matías.—Aunque ahora que lo pienso...¿por qué no le dio invitación a Daniela?

—Ah si se la dio ayer.—me contesto mientras comía desesperado.—Uff esta buenísimo.

—¿Qué? ¿Y por qué no me dijo nada?

—¿Eh?—Matías pelo los ojos como si hubiera dicho información de más.—Bueno...ella pensó que te sentirías mal al respecto.

—¿Mal? Es su cumpleaños, ¿por qué me sentiría mal?

—Si pero Héctor lleva planeando una sorpresa para ella gigante y Daniela le ayudo.

—¿Y cree que me sentiré mal porque le ayudo con el regalo? Qué patético.

—Si...bueno es que mmm, a Sandra le gustan los globos, entonces inflarán varios globos con una nota adentro donde describe un momento de su relación, por decir el día que la conoció o...

—¡Cómo en mi cumpleaños!

—Mmm

—¡MALDITA DANIELA! ¿No tenía más ideas o qué?

—Ya se,lo mismo pensé, pero bueno que puedo decir yo, ni siquiera puedo pasar educación física y eso que el maestro es ciego.

—Ay Mat...—así le decía de cariño.—¿Estas molesto por eso?

—No me defendiste.

—¡Ay Mat!, tú me guardaste lo de la invitación ahora sólo me lo cuentas porque estás molesto con Daniela.—el se atragantó con la comida.

—¿En serio crees que te lo cuento solo porque estoy molesto con esa mujer sin sentimientos?

Solté una risa.—Venga Mat, ¿por qué te ha molestado tanto su comentario? Sabes cómo es, siempre ha sido así.

—Lo se. Pero...supongo que aveces no puedo evitarlo.

—¿Evitar qué?

—Que duela.

Un silencio se formó.

Al principio lo vi ridiculo pero después supe que el tenía razón, no podemos evitar que nos duelan ciertas cosas, simplemente tenemos que soportarlas.

—¿Por qué crees que duelen tanto?

—¿Te refieres a lo de Héctor?

—¿Sabes? Creo que estuve esperando el momento perfecto para decirle pero supongo que espere tanto que mi tiempo se acabo y otra persona vino e hizo todo mucho más rápido.

—No existe el momento perfecto, no puedes esperar a que el tiempo pase y todo se solucione por qué lo único que realmente pasará es tu vida, y entonces cuando sea demasiado tarde te darás cuenta de todo lo que pudiste hacer y no hiciste.

—Que ánimos...

—Me refiero a que, tú creíste que con el tiempo ustedes tarde o temprano andarían. Pero las cosas nunca suceden como uno piensa.

—¿Por qué?—susurré entristeciendome.

—Por qué así es la vida, ¿si no que chiste tendría?

—Pero sería más fácil si las cosas pasaran como uno quisiera.

—Sería aburrido. Es decir, cada cosa de tu vida estaría planeado, y tú ya lo sabrías. No existirían coincidencias ni casualidades, tampoco sería tu vida muy interesante ya que todo está elegido por ti. Y nada de lo que obtendrías sería por tu esfuerzo si no porque así quisiste que pasara. En otras palabras puede que ni nos hubiéramos conocido, ¿qué tal qué te hubieran dado esa beca en el extranjero?,nunca te habrías mudado aquí.

PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora