—¿Perdón?
—¿Perdón?—repitió mis palabras.—¿Eso es lo único que dices cuando terminas siendo descubierta?
—No se de que hablas.—dije tratando de no ponerme nerviosa, ya que si lo hacía él sabría con facilidad que es cierto lo que dice.—Yo también se sobre ti.
—¿Qué sabes tú sobre mi?—dijo sonriendo.
—¡Se que te gusta Daniela! ¡Por eso siempre la molestas!
El se quedó serio sin decir nada.
—¿Eso? Ahh, quizá.
—¿Quizá que?
—Quizá sea verdad. Pero me da igual, nadie te creería en cambio imagina que...todos se enterarán de que te gusta Héctor.
—Estas mintiendo, a mi no me gusta él, ¿por qué estás molestándome?
—Solo te dije que lo imaginarás, no que lo haría. Y no estoy molestándote, tú fuiste quien comenzó a hablarme diciéndome nerd. Aunque sería un chisme divertido...
—Déjame en paz idiota.—dije tratando de seguir mi camino.
—¿Idiota?—me sostuvo del brazo.—¿Por qué me insultas? Yo no lo he hecho.
—¡Suéltame! Te lo estoy pidiendo amablemente.
—Que actitud...ya veo porque eres mejor amiga de Daniela.—me soltó.
—Adiós i.
—¿I?—dijo confuso.
—Imbecil, idiota e inútil. Y cualquier grosería que empiece con I.
—Inútil no es una grosería.
—Solo piérdete.—fue lo último que dije mientras caminaba para otra parte. Para mi suerte Daniela y Mat venían saliendo de sus clases.
Escondí mi libro, aún no le diría a Daniela que descubrí su mentira, tampoco lo del nerd ya que sabría que iría tras de él molesta.
[•••]
¿Debería salir con Héctor? ¿O debería inventarme alguna excusa para no hacerlo?
Estaba nerviosa. Me arregle un poco pero se me hacía algo ridiculo que lo hiciera. Seguro él me hablaría sobre Sandra o algo parecido.
Llamada entrante.
Héctor❤️
—¿Bueno?—conteste.
—Hey Alex, perdona por no avisar, estoy afuera de tu casa. ¿Estás lista? Igual si tardas en arreglarte no hay problema yo te espero.
—No, descuida. Estoy lista, bajo enseguida.
—Vale te espero entonces.—dijo finalizando la llamada.
Baje enseguida a recibirlo algo temerosa. El se encontraba recargado en su carro. Tenía puesta una chaqueta azul de mezclilla, unos pantalones negros,mientras el aire corría fuertemente haciendo que sus cabellos se movieran un poco.
—Estoy aquí.—dije y él se sobresaltó un poco.
—Hola Alex, estás guapísima.—su comentario hizo que me sonrojara.—Emm, ¿Mat?
—¿Mat?—dije curiosa girándome para encontrarlo detrás de nosotros sacando la basura pero sobre todo mirándome extrañado.
—Ah, nosotros sólo iremos a tomar un café. ¿Quieres venir?—le preguntó Héctor.
—Ah...no, él se quedará cuidando a su hermano porque su madre tuvo que salir. ¿Verdad?
Mat sonrió forzado.—Es verdad. Vayan, diviértanse. Cuídala mucho ¿si? Es lo mejor que tengo y...
