-SEIS-

171 33 5
                                    

—Héctor...—hablé sin saber qué decir.—No esperaba encontrarte aquí.

¿Pero que dices Alex? Es a ti a quien nadie esperaba encontrar aquí.

—Vino a dejarme algo de la escuela.—su voz parecía relajada, Brad no estaba nervioso ni nada por el estilo, mientras que yo moría de la vergüenza si alguien se enterara que había dormido junto a él.

Y no es que me preocupara si la gente chismeaba, es que primero tendría que contarle a Héctor que había mentido sobre que me había ido en Uber, luego lo del tipo que me persiguió y por último es probable que Dani y Matías se enteren, no quería tener a mi mejor amiga como loca cuestionándome todo.

—¿De la escuela?—observó hacia los costados. Obviamente no había ningún objeto u apuntes de la escuela.—Pero ni siquiera te vi entrar. Estoy seguro que te hubiera visto ya que estaba con Sandra en el pasillo...

—¿Y Sandra? No deberías dejarla sola Héctor, ella está mal por mi tía. Será mejor que vayas a consolarla, los alcanzaré en unos cuantos minutos.—sonaba calmado pero se sentía claramente donde lo estaba corriendo.

Héctor aún mantenía esa cara de confusión. Se rascó un poco la cabeza pero al final accedió a marcharse porque ciertamente Sandra estaba preocupada en estos momentos. Pensé que todo había acabado pero antes este me dedico  una mirada analizándome.

¡Mierda! ¡Tengo puesta la misma ropa!

—¿Esto? Amm...—me mordí el labio. Debía pensar en algo ya.—no me bañe. Por eso aún visto lo mismo de ayer.

—Descuida Héctor, sé que es tu mejor amiga, no le haré nada, soy como tú cuñado. ¿No confías en mi?

Juraría que hubo un silencio, muy pequeño, demasiado corto pero que generaba la duda. Héctor cambió su semblante y sonrió.

—No es eso...esperaré afuera. Puedes venir con nosotros, te llevaré a tu casa Alex.

—No gracias. Emm yo...—no quería esa situación rara de nuevo.

—¿Está Mat esperándote?—dijo y asentí rápidamente.—Mentira, él no está en su casa. Como no contestabas le llamé para ver si sabía algo de ti. ¿Me ocultas algo?

Pase saliva. Brad miraba la escena divertido, podía notar que aunque tratara de disimularlo quería soltar una carcajada. ¿Que mierda le parecía divertido? ¿Mi cara o que?

—Ellos pelearon.—cortó Brad antes de que pudiese decir una pésima mentira. El otro le miró desconfiado, como si no le creyera del todo.—¿Qué pasa hombre? Es lo que hacen las parejas todo el tiempo, se pelean, se aman, se pelean, se aman.

—¿Y por qué simplemente no me dices que peleaste con él?

—No quería preocuparte contándote esas cosas.—baje la cabeza, debía meterme en el papel.

—¿Pero se las estas contando al chico que solo viniste a dejarle algo de la escuela? Tú no sueles contar tus privacidades a gente que casi no conoces.

—Hey Héctor, ¿no crees que estás siendo un poco sobreprotector? ¿Acaso tú le cuentas cuando ustedes pelan en su relación?

—Sí, todo el tiempo.

Brad abrió la boca sorprendido ,me tomó del brazo acercándome a él y susurró en mi oído:

—¿De verdad te cuenta eso? Debe doler.

Si gracias, no necesito lástima.

—Si, ahora ya deja este teatro y ayúdame a salir de aquí.—susurré también.

PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora