—Sé que esto va a sonar muy atrevido pero —dijo en una bocanada de valor—... Como antes dije, me gustaría experimentar lo que es sentirse amado, aunque sea solo por un instante...
—Silver, ¿De que hablas? —inquirió con nerviosismo.
—Quiero sentirme amado, Shadow, ¿Y quién mejor que tú para hacerme sentir así? —musitó apenado el de ojos color miel.
El azabache hizo una mueca de asombro ante semejante petición.
Y aunque no le era del todo indiferente al futurista, lo cierto era que aquello le dio un vuelco en el estómago y el corazón.
¿Cómo era posible que alguien pudiera llegar tal punto?
Peor era la pregunta cuando la mirada escarlata se fijaba en la del platino aquel que le veía casi implorando piedad.—¿Estás seguro de que quieres que sea yo? —preguntó aún incrédulo.
—Totalmente —contestó Silver abrazando a Shadow cruzando sus brazos alrededor de su cuello.
—Pero... ¿Por qué? —cuestionó nuevamente.
—Porque eres al único que realmente le tengo confianza para pedírtelo Shadow, porque eres maduro, fuerte, y aparte, contigo siento una enorme seguridad. Me siento tranquilo cuando estás a mi lado, y quisiera que fueras el primero en hacerme sentir ese amor que nunca me han podido corresponder —dijo abrazándose al erizo oscuro, tratando de ignorar los nervios que inundaban su mente.
—Silver —pronunció débilmente mientras lo tomaba con suavidad por la cintura—... Yo... No creo poder hacerlo. Es demasiado...
—Claro que puedes —dijo—. Por favor, tú lo puedes todo. Será solo por un momento... Aunque, bueno... Tampoco te quiero obligar a nada Shadow
El moreno apretó la quijada y cerró los ojos dejando salir una bocanada de aire, estaba igual de nervioso que Silver.
—Está bien.
—Gracias —musitó el platino con una pequeña sonrisa.
Con suavidad, el azabache dirigió sus labios hasta el cuello de su acompañante.
Ahí, depositaría pequeños y cálidos besos que irían despertando en ambos un deseo y pasión extraños.—Shadow... —El futurista cerró los ojos y dejándose llevar por el contacto del azabache, colocó sus manos como acto de reflejo por la nuca del que en ese momento sería su amante, enroscándolas por entre sus púas.
El de mirada carmesí, aún nervioso, pasaba sus manos por su cintura hasta abrazarlo por la espalda, mientras seguía con aquellos roces que hacían que Silver comenzara a sentir sus latidos intensos por todo su cuerpo.
—¿Esto está bien? —Cuestionó Shadow en un susurro al oír su nombre de los labios de Silver.
El platino asintió, acariciando sus púas. De pronto, ambos se recostaron en el suave colchón del asiento, dejándose caer uno sobre el otro, y el calor de sus cuerpos iba en aumento, a la vez que percibían como sus respiraciones se mezclaban entre sí.
Ambos erizos se miraron a los ojos por un momento, observándose como si fueran lo más hermoso que nunca antes habían presenciado y sus latidos insistentes llegaban al punto de sofocarlos al unísono. Sus rostros estaban muy cerca, a lo que Silver, que aún lo abrazaba de la nuca, tomó el atrevimiento de rozar sus labios sobre la comisura de los de Shadow, como si estuviese pidiendo permiso de tomar cercanía, presionando suavemente sobre estos.
El moreno viéndose "tentado" por aquella acción, tomó el mentón del ojidorado para voltear su rostro, acercándose para terminar con la escasa distancia que los separaba, comenzando a besarlo con pasión y cuidado. Acogiendo el rostro de Silver en sus manos, intensificaba el contacto de sus labios, mientras éste, correspondiéndole, lo abrazaba acariciando su espalda y su nuca.
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Buscando mi Estrella. (Silver & Shadow)
FanfictionCONTENIDO SENSIBLE. »NO LEER SI ERES MENOR DE EDAD« ¿Qué pasaría si todo tu mundo se volteara de cabeza? Si un joven futurista comienza a desordenar tu mente en un conjunto de sentimientos y confusiones. ¿A esto se le llama amor? ¿Se puede llamar am...