I.

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¿Haz sentido alguna vez una extraña curiosidad? Una inmediata fascinación por la manera de pensar de alguien en específico...

Yacía una madrugada de abril cuando los pensamientos de Silver comenzaban a desordenarse, debido a...

"¿Shadow? ¿A donde se fue? Su cama está vacía." Pensó de pronto el futurista, siendo interrumpidos sus pensamientos debido a la ausencia del azabache.

Nuestros mobians protagonistas habían terminado una importante misión para detener una vez más al Dr. Eggman con otro de sus planes, así que habían optado por tomar unas vacaciones bien merecidas tras su complicada victoria.

El peliplata miraba al techo tratando de poner su mente en blanco, con su cabeza reposando sobre sus manos. Escuchaba su propia respiración ante el silencio que invadía la habitación, y removiendo sus cobijas se levantó de la cama, dirigiéndose hacia el exterior, caminando de frente hasta que las olas del mar tocaban sus pies descalzos.

Al parecer todos tenían una vida sentimental bastante agradable, y aunque lo ocultara, Silver en el fondo ansiaba verse tan feliz como Sonic con Amy, Knuckles y Rouge o Tails y Zooey, pero trataba de no darle importancia encogiéndose de hombros, su meta de vida era salvar el futuro del que venía, y hasta el momento había logrado mantener el equilibrio y la estabilidad en él. Se sentía bien al ser el mediador que pudiera solucionar las cosas incluso si parecían estar fuera de su control, pero algo le hacía falta. Y a decir verdad, él nunca había tenido ninguna experiencia sentimental con alguna otra persona, salvo fantasear con un romance con la que alguna vez fue su amor platónico, Blaze.

El erizo albino quería dejar esos anhelos a un lado, pero algo dentro de sí mismo, aún quería creer que en alguna parte del mundo o del tiempo se encontraba la persona que sería su amor verdadero.

—¿Tampoco puedes dormir,
Silver? —Dijo Shadow, de pie a su lado.
—Vaya, con que ahí estabas —Ladeó su cabeza con aquella pequeña sonrisa que alguien hace cuando encuentras a quien estabas buscando. —Creí que habías optado por regresar a tu casa, Shadow
—En realidad sólo no tengo sueño. ¿Qué hay de ti? ¿Hay algo en especial?
—Tampoco podía dormir, estoy pensando en, muchas cosas.

Shadow se sentó a su lado, dejando también que las pequeñas olas empañaran sus pies, dejando reposar las palmas de sus manos sobre la arena para utilizar sus brazos como un soporte. Dispuesto a escuchar a Silver, volteó la mirada hacia él.

—Puedo escucharte, si es que quieres contarme. Si no, te haré compañía.

Buscando mi Estrella. (Silver & Shadow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora