IV. 🎶

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Shadow abrió sus ojos al despertarse debido al canto de las aves, y al sonar de las voces y risas de otros mobian que se divertían probablemente en la playa y las albercas. La luz entraba sin ser invasiva por las cortinas color beige que cubrían la ventana de la habitación.

La forma de vida definitiva, incorporándose miró hacia su derecha, encontrándose con un Silver tranquilo que aún dormía, a su lado. En otras circunstancias no le habría importado mucho observar al peliplata durmiendo, pero en ese momento le parecía extrañamente interesante verlo tan apacible, mientras su pecho subía y bajaba con lentitud debido a su respiración. Le transmitía bastante tranquilidad, aunque, a la vez sentía ganas de tomar la mano que reposaba sobre su abdomen y besarla. Sin embargo, sólo atinó a llevar una de sus manos a la sien, negando con su cabeza a la ola de pensamientos que llegaban a su mente.

Y de nuevo estaba esa sensación, de sentir sus latidos intensos de pronto, al tener una cercanía con "alguien en especial". Carraspeó, moviendo su cabeza para tratar de deshacerse de aquellos pensamientos.

Tomó el cobertor en sus manos para colocarlo bien sobre el torso descubierto de Silver, arropándolo con este por encima de los hombros, con una inconsciente sonrisa al hacerlo. Se levantó, y colocándose sus sandalias, se dispuso a buscar su teléfono móvil para pedir algo de comer. "¿Qué le gustaría comer a Silver?" se preguntaba a sí mismo, con un repentino interés en saber qué cosas en la vida eran las que más le gustaban al erizo, cosas como... ¿Su color favorito, quizás?, La canción que más le gustaba, su comida favorita. Había tanto del futurista que quería saber, y se veía preocupado por pensar así, cuando lo que menos planeaba era interesarse en alguien en ese preciso momento de su vida. Suspiró.

"Qué ojos tan lindos tiene Silver"...

El joven platino despertó, removiéndose un poco en el colchón hasta abrir sus ojos, encontrándose con la mirada del pelinegro, que se quedó observando al futurista en contraluz de la ventana con el teléfono en la mano colocado en su oreja, mientras éste emitía los tonos de marcación.

¿Cómo se supone que iban a afrontar el tenerse uno frente al otro?. El corazón de Shadow inmediatamente intensificó sus latidos, y Silver sintió un escalofrío al encontrarse sus ojos con los carmesí.

—¿Qué te gustaría almorzar, Silver? —Rompió el silencio el de franjas rojas, mientras escuchaba del otro lado del teléfono a uno de los que estaban a cargo del servicio en el hotel.

—Bueno yo, adoro la pizza —Dijo con un poco de timidez, bajando su mirada. Shadow, alzando una ceja sonrió.

—Hola, buenos días, me gustaría ordenar una pizza para la habitación 275.

Silver, a diferencia de Shadow, sentía bastante adrenalina y nerviosismo. Como si cada que volteaba a ver al moreno su corazón se detuviese para segundos después latir con más insistencia. Al terminar la orden, Shadow colgó el teléfono y se sentó a su lado, al borde del colchón

Buscando mi Estrella. (Silver & Shadow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora