Fresco.

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"Encuentro algo lindo en esto de extrañarte, siento que estas ahí aunque no pueda hablarte
tu calor me acompaña siempre va pa todas partes"

-- Esa me gusta más -- Dijo la rubia del otro lado de la pantalla, refiriéndose a una camisa.


La ojiverde ayudaba a su novio a elegirse ropa para el cumpleaños de un amigo, en realidad, él no se complicaba tanto con la ropa, pero quería que ella eligiera su vestimenta.

Leila se había ido de intercambio por la facultad a España hacía ya seis meses. Su relación con el castaño teñido seguía intacta, hacían llamadas todas las noches y hablaban por horas sobre cosas sin sentido. Los dos se extrañaban, y ya empezaban a buscar la manera de que ese sentimiento no sea solo sufrimiento, si no, que se vuelva algo lindo extrañarse.

-- ¿Ésta? --Preguntó Valentín dándole la espalda a la cámara y viéndose al espejo.

Ella asintió y se dedicó a ver por unos segundos los lunares de la espalda que tenía el castaño.

Él se dió vuelta nuevamente y al darse cuenta que lo estaba mirando sonrió.

-- ¿Que me mirás? ¿Te gusto? --Preguntó Valentín haciéndose el lindo.

-- No, que asco --Dijo haciendo muecas, él se puso una mano en el pecho fingiendo estar ofendido. -- Igual si dejás de tener olor a chivo capaz que si me gusta lo que veo.

Los dos rieron y Valentín se sentó en la cama nuevamente.

-- Que mentirosa, vos tenes olor a chivo seguro. Te voy a mandar un desodorante hasta Madrid.

-- Puto --Le sacó la lengua y los dos volvieron a reír.

-- Te extraño mi amor --Habló luego de unos minutos y un poco frustrado por el hecho de no ver a su novia hacía varios meses.

-- Yo más, tín --Respondió apenada-- Ya falta menos, vas a ver.

-- Ojalá podamos vernos lo antes posible, ¿Y España, que onda? --Preguntó él cambiando de tema rápidamente, porque así era. Se aburría rápido de los temas y al segundo ya estaba hablando de otra cosa. O tal vez esta vez no se había aburrido, si no, que la situación lo entristecía.

Simplemente Valentín.

-- Hermoso, cada vez me gusta más. Te juro que me vendría a vivir acá con vos y dos gatos.

Él castaño esbozó una grande sonrisa al escuchar eso por parte de su novia. La extrañaba tanto...


-- Me encantaría --Contestó sonriente.

Valentín quería volver a verla, quería besarla y mimarla como nunca antes. Quería sentir su piel contra la suya, quería ver su cuerpo, quería tocarlo y quería besarlo. Faltaban todavía tres meses para que ella vuelva, y para él la espera se hacía eterna.

Salir sin ella era feo, extrañaba bajarse un ron con limón para cortar con esos días grises que tenían y bailar malambo hasta que salga el sol.

Nunca la había traicionado en estos meses y de eso estaba feliz y orgulloso, aunque no sabía si también eran así las cosas por parte de la rubia. Aunque de eso no desconfiaba, Valentín confiaba plenamente en Leila como ella con él. Nunca se traicionarian.

Se sonreían y se miraban, en un silencio totalmente agradable. Los dos se admiraban extrañandose y pensando en cuanto faltaría para volver a sentirse otra vez.

wos ; caravana - one shoots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora