Okupa.

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Valentín y sus amigos estaban graffiteando mientras fumaban y  escuchaban un poco de música no muy alta.

Estaban tapando otro graffiti que había en esa pared, y que había tapado el suyo que estaba anteriormente.

-- ¡Girame el aerosol blanco, Valen! --Le pidió su amigo; Tadeo.

-- ¡Agarralo, negro! --Dijo para después tirarle el aerosol, el cual su amigo agarró antes de que se caiga al piso.

Le sonrió un poco en forma de agradecimiento, Valentín entendió el gesto y le guiñó un ojo llevándose el cigarrillo a la boca.

-- Falta poco, dice el Tobo --Habló Martín sentándose al lado de Valentín y sacándole el cigarrillo.

-- Los voy a ayudar con mis super manos. ¿Sabes como graffiteo yo? Muevo las manos como si fuese un brujo y te babeas por la pintura que hice en la pared --Bromeó haciendo que rían los dos.

Martín asintió y Valentín se levantó del piso, yendo a ayudar a sus amigos a terminar el mejor graffiti que su crew había hecho.

-- Daenme uno, déjenme terminarlo --Habló poniéndose la capucha del buzo

Tadeo y Tobo asistieron, dejándolo hacer el graffiti y yendo a donde estaba Martín.

Empezó terminando de rellenear lo que estaba haciendo Tobías, agarró el aerosol amarillo y, con un semblante serio e intimidante, rellenó las letras que habían pintado sus mejores amigos.

Tensó su mandíbula al tener que rellenar las partes cercanas al borde de las letras, y lentamente siguió pintando concentradamente.

Agitó el recipiente, y cuando estaba por volver a pintar, una voz desconocida lo interrumpió.

-- Ey --Llamaron, él se volteó encontrándose con una morocha de ojos marrones cerca suyo.

Estaba seria, lo miraba desafiante y de brazos cruzados. Llevaba una campera negra con capucha, un jogger también negro y unas zapatillas blancas. Casi como él.

Arqueó una ceja, y todavía serio, respondió:

-- ¿Qué? --Habló en un tono firme y seco.

La muchacha tragó saliva al escucharlo hablar en ese tono.

-- ¿Qué flasheas? Estás tapando nuestro graffiti --Preguntó en un tono molesto.

Valentín rodó los ojos y se apretó el puente de la nariz.

-- Ustedes taparon el nuestro que estaba antes, no me rompas los huevos --Se dió vuelta nuevamente, y cuando iba a pintar, otra vez la voz feminina lo interrumpió.

-- Flaco, te dije que estás tapando nuestro graffiti --Dijo al lado suyo, agarrando su brazo e impidiendo que pinte.

-- ¿Y? --Retrucó desafiante y mirándola fijamente a los ojos.

Ella, clavó su mirada en sus ojos azules,  desafiándolo también.  Una sensación extraña le recorrió el cuerpo de Evelyn al mirarse fijamente a los ojos con el ojiazul.

Sentía algo raro, se sentía inmortal. Él le transmitió una extraña seguridad con su mirada, y eso que ella estaba enfurecida por que estaba tapando el graffiti de su crew.

Ni lo conocía, entonces, ¿Porqué le pasaba esto?

Tragó saliva y habló:

-- Déjalo, papi. Me tapaste todo el graffiti --Murmuró sensualmente, acercándose cada vez más a él, a tal punto de quedar pegados.

Valentín apretó fuertemente sus ojos, tragando en seco y mirando sus labios.

-- ¿Y qué podemos hacer con eso?

-- Nada, amor. La próxima fíjate lo que haces --Dijo sonriendo inocente, dandose vuelta y yéndose con sus amigos -- ¡Soy Evelyn! --Gritó mientras se alejaba.

-- ¡Yo Valentín! --Rió al ver su sonrisa, y se dió vuelta para terminar su graffiti.

La sonrisa no se borraba de su rostro, y se sentía un boludo de quince años.

6 meses después.

-- ¡Gorda! ¡Se te enfría el cafecito que te hice! --Habló Valentín en un tono alto, dirigiéndose a su novia Evelyn, que estaba en el baño.

-- Acá estoy, amor --Respondió bajando los últimos escalones de la escalera.

-- Para vos, bombón --Le acercó la taza de café hacia su lugar en la mesa.

Ella, antes de sentarse, se acercó hacia su novio, quien tenía la nariz un poco roja por el resfrío. Le dió un beso en los labios, haciendo que él cierre los ojos disfrutando del beso.

-- Gracias hermoso, no te quería perturbar la paz. Me hubieses dicho y me lo hacía yo --Se sentó en una de las sillas que rodeaban la mesa, empezando a tomar del delicioso café que su novio le había preparado.

-- No me agradezcas, boba. Y no digas que no queres perturbar mi paz, si sabes que a mi no me molesta --Tomó un sorbo del café, mirándola.

Ella sonrió mirándolo enamorada.

-- Te quiero, y mucho.

-- Yo también, gracias por haber venido ayer. No te imaginas como me aliviaste la noche con esas cosas locas que me contaste, enserio gracias --Rió.

Ella se sentó en su regazo, sonriendo al ver el pantalón cuadriculado que llevaba siempre. Dejó besos por su cara y finalizó con un abrazo, escondiendo la cabeza en el cuello del chico. Éste le acarició la espalda disfrutando del momento.

-- No me agradezcas, siempre voy a estar para vos. Me hice una okupa de tanto venir acá, y me gusta. Hacés que mi alma delire, Len --Sacó su cabeza de el cuello del muchacho para mirarlo con una sonrisa.

Acarició su pelo un poco teñido con mechas de colores, y dejó un beso en su nariz rojiza.

-- Gracias por los días en los que no te fuiste, siempre estás cuando tengo bajones. Cada vez que estoy mal y te veo, se me va lo triste --Sonrió de labios cerrados dejando besos cortos en sus labios al terminar de hablar.

-- Las palabras que tengo guardadas no alcanzan para expresarte mi amor por vos, Len. Sos un sol.

Se sonrieron nuevamente, y unieron sus labios en un lento y suave beso. Con mucho amor y pasión de por medio.

Sin importarle el café, Valentín se levantó de la silla con Evelyn encima de él. Siguieron besándose, hasta sentarse en el sillón dejar de besarse, ésta vez, no había tanta lujuria de por medio y prefirieron quedar así.

Luego de un rato en un silencio cómodo para los dos, Valentín habló:

-- ¿Sabes? Me gustaría que viajemos juntos, a cualquier lado. Colgarnos y no saber a dónde dirigirnos, pero juntos, no importa si es a Arabia Saudita o a Mar del Plata, quiero que estemos juntos --Entrelazó sus manos mirándola a los ojos.

-- A mí también me gustaría, aparte, con vos es todo más simple, y no me importa a dónde vayamos.

Él sonrió.

-- Eve, te amo.

-- Yo también te amo, Val. Y, ¿sabes algo? --Dijo sonriente.

-- No, ¿qué? --Preguntó dulce.

-- Cuando nos conocimos, sentía que era inmortal cuando nos mirábamos fijo. Tenía el presentimiento de que teníamos alguna 'conexión' -- Finalizó haciendo comillas con sus dedos.

-- ¿Enserio? --Asintió-- No te equivocaste, yo quiero una vida con vos --La abrazó por los hombros acercándola hacia su pecho.

-- Yo también quiero una vida con vos, Tín.







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q trolo este shot jajsjs

tenía ganas de escribir a un Valentín graffitero loco

wos ; caravana - one shoots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora