Brasas

¿Qué es Maka para tí?

- Maka – apenas hablaba en susurros – la verdad es que yo... - la chica asentía varias veces, animándolo a seguir.

- Necesita un poco de reposo, al igual que el otro chico – Era Nigus Sensei, maestra de biología y también Dra. Del Shibusen – Maka, Tsubaki; creo que por hoy estos chicos ya vivieron bastante emociones. Les haré unos chequeos, platicaremos sobre lo que hicieron – miró duramente a ambos chicos – y luego los enviaré junto a ustedes, ¿vale?

Las chicas asintieron y salieron del lugar. Nigus Sensei se acercó a Kid guiñándole un ojo.

- Me debes una, Kid – le decía mientras apoyaba su brazo por el hombro del chico, ambos mirando hacia la puerta – Es linda, ¿no? Te pillé picarón.

- No, no es eso. Tampoco digo que sea fea – el chico estaba rojo como un tomate.

- Tranquilo Kid, tu secreto está a salvo conmigo. Pero aún así, tenemos una charla pendiente chicos – terminó su frase cerrando suavemente la puerta de la enfermería y una mirada sombría nada tranquilizadora.

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- Bueno, así quedamos entonces, ¿cierto?

- Ya te dije que sí, tu tranquila Liz – le guiñó un ojo.

- ¿Qué tramas esta vez, Liz? - preguntó Maka al encontrar a su amiga.

- ¿Yo? Ja! – rió nerviosa – nada, como crees. ¿Patty no estaba con ustedes?

- ¿Eh? La vi salir detrás tuyo de la enfermería, creí que estaban juntas.

- Esa niña haciendo de las suyas... - se llevó una mano a la frente – Tsuba ¿me ayudas a buscarla por fa?

- Claro Liz.

- Soul, te encargo a mi amiga – le dio un codazo sonriéndole pícaramente – te me portas bien ¿ah?

El albino solo alzó el pulgar en forma de afirmación cubriendo el rostro con su cabello, dejando apenas visible una sonrisa tiburona torcida. Maka sintió el corazón darle un vuelco. Algo en la merienda seguro y le cayó mal. ¿Por qué sino le molestaría el estómago?

- Ey, pecho-plano, despierta.

- ¡Maka-choooop!

- ¡Aauch! ¿Y eso?

- Para que te eduques – hizo un pucherito bastante infantil que al ojirrojo resultó bastante tierno.

- Vale, lo cazo – dijo el chico sobándose la cabeza - ¿Qué quieres hacer Maka? - ella no contestaba – Ey, contesta. Te estoy hablando.

- ¿Ah? Perdón, ¿vamos? - acto seguido, empezó a caminar rumbo a la calle, obligando a Soul a seguirla.

- ¿Dónde vamos? - quiso saber el chico.

- ¿Importa el lugar? - soltó una suave risita – Tranquilo, no te haré nada "malo" si es esa tu preocupación – esta vez la risa fue más sonora al ver cómo abría sus ojos a modo de protesta. Eso no era cool, pero la chica lo acalló – solo te quiero mostrar un lugar.

La peliceniza condujo al chico hasta las afueras de la ciudad, empezando a adentrarse en el bosque.

- Oi, Maka... ¿Dónde exactamente vamos?

- Confía en mi, ¿sí?

La chica le sonrió cálidamente, era la primera vez que le dedicaba ese tipo de sonrisa. Es más, cree que es la primera vez que la ve sonreír así... y le gustoasustaba. Esa chica tenía algo especial, tan especial que hacía que la siguiera sin chistar.