Salidas

45 7 3
                                    

- Ey, tú - gritó girando hacia donde indicó el chico anteriormente - ¿Qué es lo que quieres?

¿Esa chica no sabía lo que era el disimulo o cual era el problema?

Quien fuera la persona que estuviera escondida al verse descubierta, salió a las luz y se acercó.

- Albarn-san...

- Oh no, porque a mí. - exclamó con los ojos desorbitados. Soul la miraba atentamente. ¿Le conocía acaso? Era un chico alto de tez blanca y rasgos extranjeros, parecía un poco menor a ellos. Le resultaba familiar pero no es como si prestara atención a los demás después de todo.

- Quería... Ofrecerte estos chocolates - extendió una caja roja con una cinta negra - y pedirte q-que ¡SEA MI TÉCNICO POR FAVOR! - concluyó la frase con una exagerada reverencia.
Soul miraba entre divertido y sorprendido la escena.

- Gracias - dijo agarrando la caja - pena soy alérgica. - devolvía la caja al perplejo chico - Me halaga que quieras ser mi arma - sonrió al chico que parecía derretirse - lástima que ya sea la mejor técnico-arma - le guiño un ojo. Acto seguido, endureció la mirada, dió media vuelta con un "adiós".

Agarró a Soul de la mano y dejó al chico solo con sus chocolates y sueños rotos. Soul no procesaba aún la info que recibía; ¿era la misma Maka? Aunque no era una princesa de azúcar, estaba seguro que no era así con él.

- Deja de pensar tanto, como sigas así tú cerebrito explotará... si es que no lo hizo ya

- ¿Porqué trataste así a ese chico? - no dejó que su comentario le afecte

- ... - suspiró. Miró al cielo como rogando al cielo clemencia - no me dirás que le trate mal, no? Para eso ya le tengo a Tsubaki, gracias.

- No es eso, es que fuiste diferente, nada más.

- Ajá...?- alzo una ceja.

- A mí por ejemplo me tratas bien, me hablas bien. A ese ni dejaste que se presente. ¿Porqué?

- No te ilusiones, albino; que los ponis no vuelan - Maka era la única que reía de ese tipo de chistes - los amigos de los míos también son mis amigos, le caíste bien al grupo. No eras alguien más, es todo.

- "Tu grupo" no nos hubiera visto si no te hubieras metido en la pelea de ayer.

- Dime algo - ella se acercó peligrosamente - ¿me quieres como amiga o ... - puso la mano bajo su cuello convirtiéndolo en algo punzante y cortante el color negro - tu enemiga?

- Dímelo tú - respondió el chico extendiendo su brazo alrededor de su cintura, atrayéndola más - ¿qué quieres, Maka Albarn?
A estas alturas su brazo era el filo de una guadaña roja como sus ojos y negro como la noche.

- Quiero helado - dijo la chica. Era el primer chico que no se dejaba intimidar y le gustaba esa sensación. Bajó la mano.

- Pues yo invito - respondió el albino que ya había devuelto el brazo a la normalidad - sólo llévame a donde quieras.

- Uy...- dijo Maka picarona.

¸.•'*• Mientras tras unos arbustos no muy lejos de ahí •*'•.¸

- ¿Crees que se lleven bien?

- ¡Pues más vale! A Maka le falta alguien que le entienda, aún con ese genio que tiene. Pero tú no te safas de mí igual. ¡Vamos!

- ¡Aaah Liz! - el pelinegro fue arrastrado por la rubia que estaba eufórica por las compras que haría al llegar a las tiendas y comprarse de todo un poco.

BrasasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora