Cerró los ojos para mitigar el dolor, un dolor que jamás llegó. ¿Qué pasó? ¿Es tan doloroso que aún no lo siento? -pensó para sus adentros el albino- O... ¿fue tan rápido que ya...?
-Hola chicos, creo que ya tuvieron bastante por hoy, ¿no? - Dijo una voz femenina - Llevemos la fiesta en paz. Claro, si aún quieren que se realice la fiesta a fin de mes. - Una especie de cuchilla serpentina salía de su espalda atajando un martillo con varias púas y de frente obstruyendo el paso a dos chicos que parecían muros andantes, todo sin el menor esfuerzo.
¿Qué cosa? ¿Qué está pasando aquí? ¿Es real? ¿Qué...? Pensaba a mil un albino aturdido que seguía protegiendo a Kid, el cual se encontraba en estado semi-inconsciente.
- Vamos, levántense - dijo la voz a contraluz extendiendo una mano.
- ¿Un ángel? ¿Me morí? - eso ya pensaba en voz alta.
- Deberías dejar de fumar antes de clases, viejo -le dijo un chico con el pelo azul, haciendo que la visión de "ángel" se esfumara por completo. El círculo se disolvió entre murmullos tan rápido como se formó, quedando sólo cinco, contando con la chica que les seguía extendiendo la mano.
- Y tú deberías aprender a callar - le dijo una rubia de largos cabellos - o quieres que se enoje contigo, baka.
- Black, ya hablaremos. ¿Estás bien? - sentenció agarrando al albino - Black, Tsubaki - dijo para señalar con la cabeza al otro chico - Ayúdenme con él.
Los llevaron a un banco cercano y se quedaron con ellos, sólo por precaución.
- De la que se salvaron, jejeje. Soy Patty. Pistola demoníaca. - dijo una aniñada rubia de corta cabellera con una gran sonrisa en los labios.
- Y yo Liz, su hermana. Pistola demoníaca y técnico de Patty - miró a Kid que ya había recobrado la conciencia - nos presentamos hoy, ¿Recuerdas? - el aludido sólo asintió.
- Yo soy Tsubaki Nakatsukasa, encantada - dijo una tímida pelinegra - hoja demoníaca y compañera de...
- ¡Black*Star! ¡El gran ORE-SAMA! ¡El que derrotará a los dioses! - Interrumpió el peliazul - Ore-sama, el que - dijo sin poder terminar su frase por que le taparon la boca; una vez que comenzaba, no paraba.
- Yo soy Maka Albarn, técnico-arma. - dijo la peliceniza. Se quedó mirando el vacío y luego continuó - ¿qué creían que hacían al enfrentarse a todo Shibusen? - preguntó con interés - si no llegábamos a tiempo...no tendríamos esta conversación.
No era reproche, era curiosidad, una reflexión que no cayó del todo bien al albino.
- No sé dónde pedimos que nos rescataras en tu bello corcel, gran príncipe azul. ¡Ah! Ni eres princesa, mis disculpas. ¿Damisela? - dijo con sorna Soul un tanto malhumorado.
- No haga caso a lo que dijo, Albarn-san - dijo el pelinegro - Mi nombre es Death the Kid, como vieron soy técnico, y Soul mi compañero, guadaña mortal - hizo una reverencia - En nombre de los dos le ofrezco nuestro agradecimiento y disculpas por si la ofendimos en algo - miraba a Soul cuando decía lo último, lo cual hizo que éste pusiera los ojos en blanco.
- ¿Albarn-san? Oh por Shinigami-sama, llámame Maka a secas, Kid. Y lo que Soul diga ya no importa, igual salvé su cabeza de rodar, ¿no es así? -miró a Soul. Esa sonrisa fría y de victoria irritaba al mencionado
- Demonios, eso no fue cool - murmuró
- ¿Cool? - Se burló la chica - Jajaja, no sé en qué parte de tu actuación cabría esa palabra jajaja - se apoyó en la mesa para acercar más el cuerpo dándole un aire de complicidad - y se nota que no necesitabas ayuda, ¿Cómo me llamaste? ¿Ángel? -nótese el sarcasmo en sus palabras ¿Quién se creía esa? ¿La mujer maravilla?
- Escúchame bien, pecho plano - dijo Soul.
- ¡Pecho plano! Pffjuaa - lo interrumpió Black.
- ¡MAKA-CHOOP! - gritó la chica dejando libros incrustados en la cabeza humeante y sangrante de ambos. Quedaron inconscientes al toque.
La peliceniza empezó a decir unas cuantas cosas que fabricaría con las partes de esos dos seres más tarde. Sus amigas sólo se reían, pero el pobre de Kid quedó anonadado. Nota mental: no enojar JAMAS a Maka Albarn. JAMAS.
- ¿Kid? - Se acercó más las chica - ¿Estás bien?
- ¿Eh? Ah, si - dijo al fin - Gracias por preguntar.
- ¿Cómo es que son primos tú y el albino? No se parecen en nada y no tienen parentela en el apellido - quiso saber la peliceniza.
- Eso...una larga historia - iba a cambiar de tema pero recordó su nota mental, y por las dudas, prefirió continuar - En resumen, mi padre es su padrino y tutor de Soul; por ende, se convierte en mi primo.
- ¿Y sus padres? - preguntó Black recuperándose - No me digas que se desentendieron de él...
Black no llegó a conocer a sus padres, por eso no entendía como podía haber personas que dejen a sus hijos a su suerte.
- No Black, ellos están...
- Muertos - interrumpió Soul también recuperándose de a poco.
- Oh, así que ya despiertas, bello durmiente. Y tú también Black - dijo la Albarn con tono ácido.
- Maka perdón, pero es que Soul dijo - B*S se atajaba una risa suicida que amenazaba con salir.
- ¿Vamos a merendar o no? - preguntó Patty mirando hacia los pasteles. Menos mal y eso quitó el aire de tensión que gobernaba ese lugar.
Fueron a comprar cada quien lo que quería y empezaron a hablar entre todos. Enseguida Kid simpatizó con el grupo, Maka miró a un costado y vio que Soul estaba lejos del grupo, sin percatarse nadie de su ausencia.
- Maka, ¿a dónde vas? - le preguntó Black al ver que se levantaba.
- Ya vuelvo, compórtate ¿sí? - le guiñó un ojo a modo de complicidad a lo que respondió con una risita pícara.
- Soul, estar con alguien no es tan malo como crees, ven al grupo - le decía la chica al albino, contradiciéndose puesto que se sentaba a su lado.
El sólo la ignoró y siguió con lo suyo. Ella lo imitó.
- Está bien, ¿qué es lo que quieres? - preguntó el chico rompiendo el silencio.
- Dime que quieres tú - respondió apoyando la cabeza en la palma de su mano.
- Nada - contestó secamente.
- Bueno, te diré que no quieres: Problemas. Vamos, ya debemos volver a clases.
Entre murmullos de desgano, el chico acepta ir con ella. Le tiende la mano para que ella se levante, ella acepta la ayuda. Pero su mente estaba lejos. No entendía por qué se preocupaba tanto por ese chico, si apenas y sabía su nombre. Tenía algo, un aire diferente a los demás lo que despertaba su curiosidad. En la clase seguía dándole vueltas al asunto y apenas la dejaba concentrarse. Miraba cada tanto a ese albino para descubrir que tenía de diferente, hasta que en una de esas, Soul se queda mirando desafiante hacia Maka, dándole a entender que la había pillado in fraganti observándolo. Ella, más por el susto de haber sido descubierta fijando su mirada en él, agachó la cabeza concentrándose en sus anotaciones. Será mejor que preste más atención en lo que hace o perdería lejos.

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Brasas
Fanfiction- Lento... más lento.. - Lo que digas, así se hará Una historia sobre una fría Maka quien cree no necesitar un compañero de combate.¿Qué pasará de ella cuando ingresen unos chicos al Shibusen?