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Seguían viéndose el uno al otro, sin atreverse a interrumpir el momento, porque algo en los ojos del contrario, hacia imposible querer romper aquel momento.

Hasta que uno de ellos reaccionó.

— Disculpe, ¿qué flores desea llevar?— No sabía por qué, pero de verdad estaba nervioso de solo sentir la mirada del chico en él.

Fue entonces que Mew recordó que no había pensando qué flores llevarle a su madre. Pero al ver aquellos ojos, se le venía a la mente una flor en especial.

— Girasoles —Soltó sin más, admirando una vez los ojos color avellana del contrario.

— ¿Ramo o solas?

— Ramo, por favor

— Bien.

Vuelve a dar la espalda por un momento, su sonrisa no podía desaparecer de su rostro aunque intentaba borrarla. Mew no podía dejar de ver a ese joven tan lindo ante sus ojos.

Aunque para ambos era raro todo eso, jamás en su vida sé habían visto ¿Por qué sus cuerpos reaccionaban así? Era algo extraño, pues no habían sentido, lo que sienten ahora, por alguien más.

Y cuando regresó su mirada a aquel cliente, intento disimular aquella sonrisa tímida. Solo en un cliente más, Gulf, piensa, intentando de alguna forma armar el ramo.

Mew buscaba discretamente el gafete que debería de traer el joven, pero para su mala suerte no había nada encima de ese mandil color marrón. El joven notó aquello, y no pudo sonreír mientras negaba con la cabeza levemente.

— ¿Buscaba algo?— Alza la mirada para poder ver a su cliente, aún armando el ramo.

— Eh... No, nada— Deja ver una sonrisa tímida en su labios, le daba vergüenza el hecho de que el chico lo notará, según él, estaba siendo discreto.

Mew observaba detalladamente como el joven lindo armaba el ramo; como sus manos se movían para darle forma, como esas manos tocaban las flores.

Debería estar desesperado, apurandolo para que haga su trabajo más rápido, pero en cambio, se queda observando cada detalle con una sonrisa en sus labios. Gulf tampoco había tenido un buen día, ya que en la universidad le dejaron proyectos de más, y su hermano no ayudó mucho está mañana, debido a que se negaba a ir a la escuela.

Terminando de armar el hermoso ramo de girasoles, se lo entrega al cliente con una sonrisa más grande en sus labios.

Amaba con todo su corazón hacer los ramos, lo relajaba de cierta forma.

— Listo. Aquí tiene.

Estiró sus brazos para que el contrario tomara aquella cosa, pero sus manos se tocaron levemente, haciendo que las mejillas de ambos se pusieran de un color carmesí.

— Gracias.

— De nada. Espero y le gusten a la persona que se lo lleva.

— Le gustarán— Confirma el mayor.

Después de pagar ese ramo, se retira de esa hermosa florería con nombre "The sunflower".

Ya dentro de su auto, se queda observando las flores por unos segundos, no podía creer la perfección que tenía. Tampoco se podía quitar de la cabeza ese lindo joven, esos ojos, esos labios, esas mejillas ruborizadas, esas manos, todo.

(...)

Al llegar a casa, ve a su mamá en la sala de estar, leyendo alguna cosa.

— Madre— Llama el castaño, entrando casi que corriendo.

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⏰ Última actualización: Apr 21, 2022 ⏰

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Tú eres la flor más linda | MewGulf. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora