Siempre fuiste tú .

Capítulo 41

—Después del envío a su hija, Altagracia  se dispone a ir a la fundación renacer para poder ver a su hija.

—Mientras caminaba, sentia que todo era oscuro, en un momento llego a pensar que se estaba volviendo de noche muy rapido.

— Estando a una cuadra de su destino final, ve una mini van algo grande y sospechosa, pero su miedo incrementa cuando ve unos hombres tratando de montar a su hija.

—Esta corre temiendo lo peor, corre y corre detras de este vehículo, mientras siente que perdio a su hija y está vez para siempre.

— hasta que un sonido la levanto y vio que se trataba solo de una pesadilla, pero no podia dejar pasar por alto este sueño.

— ¿podria ser un sueño? ¿Una premonición? O solo se encontraba algo psicosiada con el hecho de poder volver a perder a su hija.

—No, eso no podría pasar... Y a pesar de tener a su lado dos de las personas mas importantes en su vida, ahi en la cama con ella. Le faltaba luis y Mónica para tener todo o casi.

—Aún soñaba con la. Posibilidad de estar al lado de Isabella y Regina, pero sabia que tiempo al tiempo para que las heridas sanaran.

—No queria despertarlos, verlos ahi acostados en su cama era un sentimiento inexplicable de amor puro, pero como no Luchito se había ganado su corazón y Anastasia era el fruto del amor que se tenia con José Luis.

—Pero era hora de ir donde Mónica, se había prometido que después de su sorpresa ella iria y le volvería a explicar la versión de los hechos.

—Solo queria que ella nunca se alejara y asi poder estar con ella siempre.

(...)

Después de la odisea de arreglar a dos bebés y salir con ellos, Altagracia llegando a la fundación ve a la que es su hija saliendo de ahi.

—hace parar el vehículo y baja, por instinto o por amor puro mira a su hija y la abraza fuertemente, Mónica por otra parte se deja llevar por el abrazo y las dos rompen en un ligero llanto.

— y es que ese par se habian vuelto inseparables, consolidaron la relacion de madre e hija y esta a pesar de los problemas no conseguía romperse.

—Se amaban, se querian al punto que no necesitaban expresar sus sentimientos con palabras, ese abrazo hablo por ellas.

—Mientras Mónica se deja llevar por su dolor de tener a su madre varios dias sin ella y pensar que la relación se habia vuelto a fracturar.

—Altagracia se escondía, no quería que nadie la viera mal.

—Mamá, llorar no es malo y mas si las lagrimas salen del corazón.

—No chiquita, no malinterpretes no es orgullo, es simplemente que no me gusta que se me riegue el rimel.

—Simplemente no cambias Sandoval.

— Tambien eres Sandoval y quiero empezar todos los tramites legales para que tengas mis apellidos al igual que los mismos derechos de Anastasia.

— Claro mamá, pero solo quiero el apellido... Lo demás no.

— Eres un ser maravilloso hija mía y me siento orgullosa de quien eres, vuelve a caer en llanto.

—Estas algo susceptible no estaras embarazada otra vez mamá?

—Por lo contrario, tengo la regla y es eso, ademas somos una familia de 5 ya estamos completos.

—Lo digo, como José Luis y tu parecen conejos.

—Mónica, por Dios me achantas.

—Ven al carro hija y vamos con tus hermanos y hagamos algo en familia.

—Bueno Vamos los tres y la corte de matones que te mandas.

— No son matones hija, son los los que velan por nuestra protección, sabes como han estado las cosas.

—Mientras subian al auto, Mónica preguntaba sobre la investigación que se llevaba a cabo para dar por los responsables del atentado y aunque no se supiera mucho ya habían un par  de pistas.