𝙲𝚊𝚛𝚝𝚊𝚜 𝚊 𝚞𝚗 𝙿𝚎𝚟𝚎𝚗𝚜𝚒𝚎

ⅩⅠⅠ

Es un nuevo día, en realidad es un día muy especial ¡hoy cumplimos un mes de noviazgo con Ed! Tengo una sorpresa muy especial para él.
Hoy iré a la escuela pero le volveré a enviar cartas como hacía antes, pasado el primer recreo se la daré.

Estaba en mi casillero cuando alguien me tapa los ojos con sus manos.

— ¿Quién soy? —dice una voz "misteriosa".

— Mmm no lo sé —fingí no saber de quién se trataba— Ed, cariño es muy obvio que eres tú —dije mientras reía.

— ¡Feliz mes! Te quiero —dijo mientras me abrazaba.

— Yo también te quiero.

— Quiero darte algo, espera que lo busco —habló buscando algo en su mochila cuando ví que se cayó una pequeña caja color violeta pero sin embargo no se había percatado de ello.

— ¿Es esto? —dije inspecciónando la caja como si esta pudiera decirme su contenido.

— Sí, es eso. Tenía planeado dártelo de manera más romántica pero ya la tienes así que abrela. —no hicieron falta más palabras para decidirme a abrir la cajita totalmente entusiasmada, era un collar con un dije de una flor, parecía una margarita— pensé en una margarita porque en nuestra primera cita vimos su significado y eso pero si no te gusta se puede cambiar... Creo.

— Es perfecta, debió costarte mucho déjame darte algo del pago.

— No, es un regalo. Además no pagas mucho si lo tomaste prestado.

— Edmund ¿Robaste el collar? —estaba atónita.

— ¿Qué? No, me refería a que más de la mitad del dinero se lo robe mí hermano. Pero lo vale —dijo con una sonrisa y un pequeño sonrojo.

— ¡Eres muy tierno! —dije mientras le apretaba la mejilla con mi mano y eso solo hizo que se sonrojara aún más.

— ¡Claro que no! ¿Querías darme algo por el regalo? Bueno ya se me ocurrió algo, un beso —me había dado cuenta que mi clase estaba por empezar así que agarre mis cosas y le dí un beso en la mejilla— ¡Ey eso no es a lo que refería!

— ¡No especificaste! —hablé mientras caminaba a mí clase.

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Pov Edmund:

— Si que trae loco, Romeo —dijo mi hermano Peter al ver que aún no me movía.

— ¡Púdrete, Peter!

Al pasar el primer recreo una carta con una caligrafía muy familiar.

╭                                                                  
   Querido Ed,
   Te espero hoy a las 3 en punto en el
   parque.
  
   Con amor, Heather.
                                                               ╯

Al llegar a mi casa decidí ver que me pondría para ver a Heather, terminé optando por una bermuda beige y una camisa blanca.
A las 2:45 decidí empezar a caminar al parque, no me gusta llegar tarde. Cuando llegue estuve buscando a Heather, estaba sentada con un hermoso vestido amarillo, parecía estar acomodando algo. Al escucharme se volteo rápidamente.

— Wow, eres muy puntual —dijo con una sonrisa, pude notar que tenía el collar que le regalé— no pude comprar ningún regalo para tí, pero espero que te guste.

— Está perfecto —estaba la manta típica de los picnics roja y blanca, también había una canasta con comidas y bebidas.

La cita fue fenomenal, charlamos y comimos. Ahora estamos acostados en la manta hablando de cualquier cosa

— Ed, te quiero —dijo mirándome con una hermosa sonrisa.

— Yo también te quiero —dije mirándola. Nos quedamos unos segundos mirándonos cuando Heather empezó a reírse, contagiandome a mí.

— ¿De qué te ríes? —pregunté entre risas.

— ¿De qué te ríes tú?

— Me rio porque empezaste a reírte de la nada ¿De qué te reías? —pregunté nuevamente.

— No lo sé.

Nos quedamos mirando por unos segundos y me besó. Iniciando una sesión de besos.

Fue uno de los mejores días.