Cap 074

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Después del hermoso día de ayer se venía lo peor...

-Regresare en unos días–Dijó Logan abrazándome.

Los niños abrazaron nuestras piernas fuerte.

-Los extrañaré–Nos dijó un poco triste.

-No te pongas triste mi amor, sólo serán unos días–Lo separé y lo tomé de las mejillas. -El tiempo pasa rápido.

Logan asintió y suspiró, se agachó y abrazó a los niños.

-Niños delen un fuerte abrazo y un gran beso a papá para que no esté triste–Les dije y como son tan obedientes lo hicieron.

Después de eso Logan soltó unas lágrimas.. era fuerte separarnos no más a unas pocas semanas del parto. Pero solo eran unos días... ¿que podría pasar? además ya le hablé a mi bebé de que debía esperar que papá llegará a la cuidad.

-Ariel cuídalos con tu vida si no te cuelgo de tus pelotas–Le dijó Logan serío y puse mis manos sobre su boca.

-Amor no digas malas palabras frente a los niños–Lo regañé y asintió para darle un beso a mis palmas de las manos.

-Lo siento–Dijó cuando quité mis manos. -Te amo...

-Yo más, te espero en casa–Le di un corto beso en los labios y él suspiró para asentir. -Y no estés triste, llámame cuando quieras.. sabes que cuando no estás en casa sufro de insomnio..

-Entonces te llamaré seguido.

Nos dimos un corto beso y un abrazo, Logan se despidió del bebé y me ayudó a subir al auto. Se despidió de los niños por milésima vez y nos dejó ir.

No negaría que también es duro dejarlo aquí cuando pasamos tanto tiempo juntos.

El camino a casa fue muy silencioso y aburrido.. los niños atrás miraban por las ventanas de lado a lado y suspiraban. Les encendí la radio para que distrayeran mientras llegábamos a casa.

-¿Se siente bien señor?–Preguntó Ariel.

Mire a los niños por el espejo y ellos esperaban por mi respuesta.

-Si.. sólo estoy cansado.

Ellos suspiraron y siguieron mirando por la ventana.

Cerré los ojos y esperé llegar a casa para acostarme y descansar. Sentí cuando él auto se detuvo y lo apagaron, abrí mis ojos y con ayuda de Ariel salí del auto y me apoyé en su brazo para entrar a la casa. Él se devolvió por las maletas y las metió a la casa.

-Ariel sube con los niños.. que se bañen y se descansen un rato para después estudiar–Le dije sin muchos ánimos.

-Si señor–Él me sonrió levemente y se fue detrás de los niños con sus maletas.

Suspiré y cerré la puerta... ¿por que me sentía tan vacío?.. ¿tanto lo necesitaba para no sentir soledad?.

Aburrido me senté en el sofa, subí mis piernas a la mesa y descansé pero el timbre sonó.

Me levanté lento por que mi vientre pesaba demasiado.. ya ni podía cerrar bien mis piernas.

Abrí la puerta y un maravilloso hombre me sonreí enorme.

-No te imaginas cuanto te extrañé.

Sonreí y recibí feliz el abrazo de mi padre. Él me dió un beso en el cabello mientras acariciaba mi espalda.

-Papá...

-Pasé varias veces por aquí queriendo verte y abrazarte...

-No llores James–Eli se río suave. -Que sencible eres.

Lo Nuestro Nunca Pudo Ser 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora