En la húmedas calles de Derby (Inglaterra) un chico con 17 años, cabello negro y ojos color almendra vidriosos corría sin dirección alguna, pero si con un propósito, escapar.
Su cabello estaba empapado y sus pies descalzos lo cual provocó que con el paso del tiempo se le hiciera mas difícil correr. Mientras sus piernas iban a mil por hora giró la cabeza y al hacerlo soltó un jadeo un poco fuerte, los dos hombres lo seguían persiguiendo y no tenían intenciones de detenerse.
Esos hombres eran del personal de el lugar del que escapó; un hospicio; ¿Cómo llegó ahí? bueno, digamos que vivió una infancia no tan fácil y entre el caos que abundaba en su mente cometió un acto inhumano aunque bueno, en realidad ni es humano.
En el hospicio siempre lo tenían encerrado debido a todas las telarañas que tenia su mente y recibía malos tratos por todos excepto por una persona, pero ya habrá tiempo para hablar de "el".
El no entendía por que se aferraban tanto aquellos hombres al regresarlo a ese infausto y aciago lugar, el ya estaba cansado de siempre estar entre 4 paredes que ya no podía soportar un año más para ser mayor de edad e irse de ahí, el ansiaba respirar otro aire y ser libre, de verdad que lo deseaba.
Seguía y seguía corriendo hasta que se adentró al bosque, en todo el lapso de tiempo que había pasado no logró perder a los dos hombres uniformados. Sus piernas ya no daban para más y estas empezaron a fallar provocando que se tropezara un par de veces.
los dos hombres gracias a eso estaban más cerca de alcanzarlo y por la mente del chico que se hallaba desesperado apareció una suplica.
Por favor que se caiga un árbol; después de profesar esas palabras un escalofrío recorrió su nuca y como si el universo o algo más conspirase a su favor, un árbol inmenso atrás de el cayó obstruyendo el camino para los hombres que iban tras el, permitiéndole así adentrarse a lo más profundo del bosque sin dejar rastro alguno.
¿Que había sido eso?
¿Fue coincidencia o algo más?
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Sadistica Serendipia [EDITANDO]
Vampiros❝ Tu el de siempre, amor arrinconado de silencio, secretos que mojan mi queja mientras golpea tu ausencia. Voy meciéndome en hamaca de arena, sueños y recuerdos; me revuelco en noches de caracolas antiguas. Mi cuerpo huérfano de besos abraza el huec...