Capitulo 1 : Un día sin clases y un panda gigante.

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Hacía ya dos meses que las clases había comenzado, setiembre se iba y con este el calor del verano, eran las 8:30 am cuando el timbre sonó, termine de devorar la última medialuna que quedaba en la mesa, hice fondo blanco con mi café, tome mi campera, me despedí de mi madre y salí.
  Afuera y casi sin poder ser identificado por todo el abrigo que llevaba estaba Aron
-llevamos 10 minutos de retraso- Bufó mientras yo terminaba de atar mis botas.
-Perdoooon- le respondí con una mirada de gato con botas en mi rostro esperando no recibir más rezongos.
-vamos, apúrate que Henry nos está esperando en la otra cuadra.
-Yes Sir- hice una seña como milíco saludando a su superior y comencé a caminar. Pronto note que había olvidado mi gorra cuando un fuerte viento hizo volar mi cabello que a pesar de ser corto como el de un varoncito, se alborotaba con facilidad. Inmediatamente tape mis orejas con las manos, a pesar de que el otoño recién comenzaba, el viento era tan frió como trasero de pingüino.
 Aron noto mis acciones e inmediatamente se quitó su bufanda y comenzó a cubrirme la cabeza y la cara. Tenía olor al perfume que la había regalado por su cunpleaños el año anterior y estaba tan cálida como las bolsas de agua caliente que mama colocaba en nuestras camas en el invierno. Luego me dio uno de sus guantes.
-Idiota, no viste las noticias hoy?- me reprochó colocando mi mando sin guante en el bolsillo de su chaqueta.- dieron 10° y tu sales de tu casa como si estuviésemos en plena primavera.- 
  Desde que estábamos en 3 de la primaria Aron había sido mi único y mejor amigo ya que Henry se había unido a nosotros cuando comenzamos la secundaria. Siempre había cuidado de mi aun más que mis propios hermanos. Él había nacido en España y se había mudado a EEUU a mitad de cursos, eso sumado su escaso ingles lo había hecho ser la burla de la clase. Ahi, señoras y señores es cuando aparezco yo, su salvadora. Cuando lo vi por primera vez, se veía tan indefenso y desprotegido que sentí que debía cuidar de el pero...en estos momento me doy cuenta que los roles han cambiado un poco.
-Mis orejas te lo agradecen- le sonreí, la escarcha en mi cara comenzaba a desaparecer.
-Heyyy, porque demoráis tanto?- Pregunto una voz ronca al otro lado de la calle.}
-A mí no me mires- se lavó las manos Aron...ahí se fue al carajo todo lo que había dicho de mi protector.
-Lo siento, lo siento , lo siento-agache mi cabeza como cachorro luego de un rezongo.
-No sé de qué te disculpas, si siempre vamos tarde- agrego Henry para calmar mis sentimiento de culpa, un amor de persona.(nótese sarcasmo)
-Bueno, callaos los dos y marchemos antes de que sea aún mas tarde.
-Yes Sir!!-
Al llegar al instituto recibimos la maravillosa noticia de que las clases habían sido canceladas por una alerta roja que se había librado a causa de la posibilidad de nevadas. No sabía si saltar de felicidad, o matar a toda la jodida gente que nos podría haber avisado y ahorrado la caminata y mis rezongos.

Como estaba de muy mal humor como para volver a casa decidimos ir al Starbucks que quedaba a pocas cuadras del instituto por la avenida principal.
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El lugar era grande y ni bien entrabas sentías ese delicioso aroma a café y donas recién sacadas del horno. Un lugar no muy recomendable para alguien que estuviera a dieta. Recién habían abierto y quizás por ello eramos los únicos en todo el lugar, además del encargado y la cocinera.
Aron fue por los pedidos mientras Henry y yo buscábamos un lugar para sentarnos. Cuando por fin logramos decidir desde que ángulo del salón Henry podría ver mejor a las chicas que pasaban por la calle...nos sentamos a esperar a Aron.
No paso mucho tiempo antes de que otros clientes aparecieran en la cafetería. Una chica de complexión delgada, cabello largo y rubio y unos tres kilos de maquillaje entro por la puerta acompañada de otras dos chicas que aparentaban ser menores y un chico que logro llamar mi atención. No porque fuera lindo, ni porque lo conociera de algún lado, él estaba cargando un PANDA GIGANTE. No podría despegar mi mirada de aquel hermoso y gigante panda de peluche, había sido amor a primera vista, necesitaba tenerlo.
-Tierra llamando a Amber- me susurro Henry señalandome que Aron estaba tratando de poner el pedido sobre la mesa y mi mochila aún seguía allí.
- je je je
-Acaso aun no has despertado?-bufo Aron
-Creo que se ha enamorado- dijo Henry- Le amour le~ amour- suspiro.
-Ya cállate y toma tu estúpido té...a que subnormal se le ocurre pedir té en una cafetería.-le respondí,tratando de desviar una conversación que posiblemente acabaría con mi humillación pública.
-A qué clase de subnormal se le ocurre entrar con un panda gigante a una cafetería- remato
-Que clases de subnormales discuten por algo tan inútil.- Debo admitir que su remate fue el mejor, como era de esperarse de Aron.
Pronto el chico del panda gigante desapareció de nuestra conversación, Henry nos contó sobre una chica nueva que había empezado el gimnasio, Aron sobre un nuevo videojuego que estaba por salir y para el cual había estado ahorrando durante 5 meses y yo les hable sobre lo mala que estaba mi madre con mis bajas calificaciones en Biología y Física. Debo admitir que esas materias nunca fueron mi fuerte.
Estábamos perdidos en nuestras conversaciones cuando de repente sentimos un gran estruendo que provenía del fondo del salón. Nos sorprendimos al darnos cuenta de que había sido la Barbie quien había golpeado la mesa con su bolso echo de quien sabe que pobre animal y había comenzado a gritarle al chico del panda.
-Siempre la misma historia, pedazo de un idiota. Crees que no me doy cuenta?? Me ignoras todo el tiempo, y rechazas mis invitaciones. Acaso no soy lo suficientemente buena para ti?
-Señorita no puede hablar así en este lugar, deben retirarse y terminar la discusión fuera del local.- El pobre encargado se veía tan asustado como monja con atraso.
-Usted cállese-le grito con su insoportable voz de pito la Babrie- quien le da derecho a meterse en problemas ajenos, acaso no aprecia la gravedad de la situación.
 En ese momento todos mis malos humores del día se había unido y para cuando quise acordar estaba justo en frente de aquella Stacy Malibu diciéndole de todo menos que era bonita.
-Acá lo único grave es que nuestros tímpanos estallen con tu chillidos, a nadie aquí les importa tu problemas con tu pareja así que o se arreglan en silencio o sino...
- O sino que marimacho?-me respondió la delicada Babrie
- Que acabas de decirme?-pregunte tratando de que se retractara antes de que decidiera golpearla.
-lo que oíste machita.
En ese momento toda mi paciencia, o lo que quedaba de ella desapareció y la tome por los pelos, pero antes de que pudiera golpearla Aron y Henry aparecieron y me detuvieron, Aron hablo con ella y le pido disculpas, pero por supuesto no las aceptaría a menos que no salieran de mi boca, y puedo asegurar que yo no las diría.
Mientras tanto el chico del panda se había levantado y se había retirado, sin que nadie se diera cuenta, todo aquel alboroto era por su culpa y él se había marchado sin siquiera marcar presencia en aquella pelea.
La Barbie al notar que el chico del panda se había ido, se marchó tras el dando zancadas y diciendo insultos que no se si había escuchado antes en mi vida. Las otras dos chicas también se marcharon, dejando atrás el tan añorado por mí, Panda Gigante que sin lugar a dudas termino su viaje en mi habitación.

Aron, Henry y yo terminamos nuestro desayuno y ya que nos quedaba todo un día sin clases y no había ni pequeños indicios de nevada alguna,decidimos ir a la ciudad de Washington. Tomamos un tren y en menos de una hora ya estábamos en la capital. Recorrimos varias tiendas y museos durante todo el día, Henry se compro un par de championes a juego con su equipo deportivo para impresionar al la chica del gimnasio de la que nos había hablado, Aron un nuevo control para su consola de videojuego. Yo ni siquiera preste atención a las tiendas puesto que estaba cargando mi recientemente adquirido PANDA GIGANTE, al pasar por las calles la gente me miraba, seguramente pensaba que era rara, pero no me importo, yo era feliz con mi panda.

Nuestro recorrido culmino en el Zoo, no habíamos comido mas nada desde la mañana y nos habían llegado los rumores de que en ese zoo tenían el mejor restaurante de comidas tradicionales de Japón, por lo tanto decidimos ir a probar. Luego de un arduo proceso de selección, pedimos 3 platos de Rame, a ninguno le gustaba la idea de comer pescado crudo. 
Terminamos de comer y recorrimos un poco el Zoo, habían cientos y cientos de animales de todas partes del mundo, pero el único que me interesaba, estaba aislado a los visitante porque acababa e dar a luz. Con mi ultima decepción del día decidimos volver, ya era tarde y mama debía de estar preguntándose donde andaba su pequeña bichito.
Aron y yo tomamos el tren ya que Henry se había marchado antes debido a una llamada de su entrenador. En el viaje de regreso Aron se quedó dormido como era de costumbre, se veía tan bien cuando dormía, era como un angelito....pero luego se despertaba y seguía siendo el mismo rezongón.
Bajamos del tren y comenzamos a caminar rumbo a casa, el vivía a dos cuadras de mi casa por eso siempre andábamos  juntos. Por un tiempo mucha gente pensó que eramos pareja pero luego de negarlo muchas veces, los rumores desistieron. Siempre había visto a Aron como un hermano, y era imposible para mi verlo como algo más que eso, probablemente para el fuera igual. Al llegar a casa me despedí dándole un golpe en la espalda y me fui a la cama.

  Esa noche me costó dormirme, no había sido uno de mis mejores días y aún tenía a Babrie chillando en mi cabeza, sé que me habría sentido mucho mejor si me hubiesen dejado golpearle, pero no. 
Había algo más que me tenía intrigada, que habría hecho Panda Boy (si, así decidí llamarlo porque era mucho más fácil y rápido que "el chico del Panda") para que Barbie se enojara tanto? y como pudo marcharse así sin siquiera responder, como si nada le importara... aunque por otro lado lo comprendía, como alguien podría aguantar a una chica tan insoportable?.
  Deje de darle más vueltas al asunto y coloque en mi reproductor la canción Asleep de Los Smiths....poco a poco fui cerrando mis ojos hasta quedar totalmente dormida. 
                                                
Al día siguiente todo había sido olvidado y yo tenía un panda gigante, me desperté con una de mis mejores sonrisas y me prepare para un gran día sin Barbies ni chicos con pandas, o al menos eso era lo que pensaba. Sin saber lo que pasaría al llegar al Instituto, sin saber que aquel día estaba muy lejos de ser un día normal y tranquilo.

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