diecisiete

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Por la mañana, fui a desayunar al Gran Comedor. Al entrar vi a mis amigos y me desvié hacia la mesa de Gryffindor.

-Pedazo de idiotas, devuélvanme eso -gritó Ron a sus hermanos, quienes habían tomado su insignia de prefecto.

-Que comienzo del día tan sereno... -me senté al lado de Hermione y tomé una tostada.

-¿Cómo estás Gr....? -Harry se interrumpió e inclinó la cabeza observando algo- ¿Qué tienes en el cuello?

-¿En el cuel...? -me tapé rápidamente al recordar las marcas que me dejó Draco anoche- Ah, si, eh... fue un... una avispa, me picó camino a Hogsmeade.

-En Hogsmeade no hay avispas -recalcó Hermione.

-Que extraño que una sabelotodo como tú nunca se haya dado cuenta de aquellos grandes nidos.

-Uhm, por alguna razón se me ha pasado por alto -su voz sonaba algo sarcástica.

-Si... tal vez... Oigan ¿Hoy son los entrenamientos, verdad? -cambié de tema.

-Shh, aquí no podemos hablar de eso -susurró- Ten -me dio una moneda.

-¿Gracias? -dije mirando el galeón.

-No es de verdad, mira estos números, son la fecha y hora de cada reunión -explicó- Sirve para comunicar si se presenta algún imprevisto. Ya le entregué la suya a todos los miembros, procura no perderlo.

-No te prometo nada -dije en broma.

Terminamos de comer y nos encaminamos hacia la primera clase, la cual, compartía con ellos.

Estaba algo somnolienta y sin ganas de ir a la clase de Adivinación. Mí brazo se encontraba reposando en el hombro de Ron quien estaba en peor estado que yo. Mientras caminaba, contemplaba a través de los grandes ventanales que daban hacía los terrenos externos de Hogwarts. Pude notar que algo inusual sucedía en la cabaña de Hagrid; un humo gris se enrollaba encima de su chimenea.

-Chicos... -me detuve. Todos me miraron extrañados- Ha regresado -señalé el hogar del grandulón.

-Tenemos que ir a verlo -demandó Harry.

-Con tal de saltear la clase hago cualquier cosa -concordé.

-Yo igual -afirmó Ron.

Los tres miramos esperando una respuesta de Hermione. Movía sus manos indecisa hasta que por fin accedió.

Nos las arreglamos para escapar por un hueco que daba hacía el bosque. Corrimos a toda velocidad hasta llegar a nuestro destino.

Golpeamos la puerta y los ladridos de Fang se oyeron a través de ella. Los pesados pasos se fueron acercando hasta que apareció el rostro demacrado del robusto hombre.

-Uy, te ves terrible Hagrid -declaré al ver su piel repleta de cortes que aún sangraban y aberturas hinchadas en su ojo.

-Gracias por la sinceridad Grey -me sonrió amistosamente- Pasen.

Todos entramos y nos sentamos en una mesa. Rubeus nos sirvió té y ofreció sus famosos pasteles rompe muelas.

Lo interrogamos duramente buscando explicaciones de su ausencia estos últimos meses. Nos explicó que se mantuvo en una misión secreta junto a Maxime en busca de gigantes. El propósito era hacer entrar en razón a una tribu para que convencerlos para serle fiel a Dumbledore en caso de manifestarse una batalla pero, era demasiado tarde, dos mortífagos ya habían persuadido a la mayoría de ellos para que se unieran al Señor Oscuro, en pocas palabras un fracaso rotundo. No obtuvimos respuesta sobre la razón de sus heridas, esquivó cada mención acerca del tema.

Obliviate  / Fanfic Draco Malfoy [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora