veintidós

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 Salí de mí habitación, los invitados estaban llegando.

 Bajé la gran escalera desembocando directamente hacía el vestíbulo.

 Allí se encontraba la gente, todos bien vestidos y elegantes. Hombres con su típico saco y corbata y las mujeres usando sus impecables vestidos y relucientes joyas.

 Me sabía de memoria todo el protocolo de vestimenta y temas de conversación para hacer llevadera la situación, estaba preparada.

 Una vez abajo, uno de los mozos se acercó cordialmente ofreciéndome sidra sin alcohol.

-Cincuenta galeones si me das el champagne -propuse mostrando discretamente unas brillantes monedas.

 El hombre miró hacia ambos lados y dudo unos minutos.

-Nadie tiene por qué enterarse -lo miré con inocencia.

 Me dio la copa y rápidamente agarró el dinero. Sonreí victoriosa. Me encaminé hacia una esquina tomando un sorbo de la bebida y observando a mi alrededor. Había aproximadamente ochenta personas, todos hablando alegremente entre ellos, la codicia se escondía detrás de sus risas falsas, la más clara definición de hipocresía. Estas fiestas siempre fueron destinadas a realizar contactos y cerrar tratos, claramente no pertenezco a este mundo.

 Admiraba el miserable comportamiento de la gente que me rodeaba hasta que mi madre me dirigió una mirada. Volteé fingiendo distracción, pretendía evitar cualquier contacto posible. Caminé por la mesa de manjares y luego por las doradas decoraciones que se encontraban cerca.

-Hija... -la irritable voz de mi madre resonó detrás mio.

 Volteé y traté de simular una sonrisa, me usaba para aparentar ante las visitas o cualquier ajeno a la familia. Al hacer esto, me encontré con la desagradable presencia de la mismísima familia Malfoy.

 Estaba frente a Narcissa y Lucius, sentía rechazo especialmente por el hombre de cabello platinado, era la peor escoria que podría conocer. Me percaté de otra figura junto a ellos. Draco llevaba un elegante traje negro, se veía jodidamente bien.

-Te queremos presentar a unos amigos -dijo mi padre.

-Lucius Malfoy -se presentó estrechando la mano- Un placer conocerte.

 Mi expresión fue, inconscientemente, de arrogancia pura. Acepté su saludo. Su esposa lo imitó y me dirigió una sonrisa.

-Seguramente ya conoces a su maravilloso hijo -habló mi madre.

-Ni te imaginas lo maravilloso que puede llegar a ser -dije entre risas sarcásticas.

-Hola de nuevo, Woodward. -el sujetó delicadamente mi mano y depositó un beso en ella. 

 Nuestras ojos se cruzaron profundamente.

-Nuestros hijos van a la misma casa -interrumpió su padre- Que grata coincidencia.

 Observé a Draco, quien me escaneó de arriba a bajo.

-Grace es unas de las mejores en su clase -presumió mi madre- Sus profesores no paran de hablar maravillas de ella.

-Ya lo creo -Lucius me dirigió una mirada sombría- Pareces una jovencita inteligente.

-Lo soy -respondí.

-Y modesta, por lo que veo -río oscuramente e hice lo mismo intentando no arruinar mi artificial felicidad.

-Draco es prefecto -anunció Narcissa- Lo seleccionaron como el más apto para ese cargo, estamos muy orgullosos.

Obliviate  / Fanfic Draco Malfoy [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora