Obliviate / Fanfic Draco Malfoy [TERMINADA]

treinta y siete

 Desperté desganada, no tenía fuerzas para levantarme de la cama, ni ganas de abrir los ojos.

-Grey -oí un susurro llamándome- ¿Ya estás despierta?

-Hum... -asentí con un quejido.

-¿Tú también te vas a tu casa? -interrogó- Si quieres puedes quedarte con nosotros, Theo también irá.

-Mis padres enviaron una carta anoche -me senté en la cama frotando uno de mis ojos- Tengo que ir a casa, no tengo elección.

-Joder, pero una escapadita -insistió.

-No puedo, ya le ordenaron al chofer llevarme en una sola pieza y no accederá a dejarme ir. 

-Buah, que pena -rodó los ojos- Esto se está descontrolando, ni Hogwarts es un lugar seguro. Y ahora, con Dumbledore muerto, no se sabe qué carajos va a pasar.

-Es todo una caja de sorpresas -me levanté decidida a empacar- Hay que prepararse para lo peor. 

 Abrí mi armario y saqué algo de ropa. Agarré un par de libros, un aparato reproductor de música muggle, dulces de Honeydukes, un juego de ajedrez, algunos productos de broma de los Weasley, entre otras cosas que me ayudarían a que la estancia en esa casa del terror sea más llevadera. Guardé todo en una maleta y me vestí para partir.

 Salí junto a Daphne y Theodore, varios alumnos estaban dirigiéndose a la estación y otros esperando que sus padres pasen a recogerlos, la mayoría se quería largar cuanto antes. Busqué a Harry, Ron y Hermione para despedirme de ellos pero supuse que debían estar dentro.

-Daph, cuídame el equipaje un segundo, ya vuelvo.

 Volví a ingresar al castillo y, en el camino, tuve la desgracia de ver nuevamente a esa cara que tanto daño me había hecho. Cruzamos miradas por un segundo, lo ignoré y seguí caminando. Cerré mi mano con fuerza, clavando mis uñas en mi palma para controlar las emociones que querían salir disparando. Por suerte, encontré a mis amigos a tiempo.

-¡Hey, Grace! -gritó Hermione- ¿Tú también regresarás a casa?

El pelirrojo no emitió palabra alguna, se lo veía un poco enfadado y estaba mirando algo detrás mío.

-Ven a la madriguera con nosotros -dijo Harry.

-Ojalá pudiera, pero mis padres me quieren en casa.

-Oh, miren -Pansy captó nuestra atención, ella estaba con un grupo de chicas más- La frente rajada, el pelirrojo indigente, la asquerosa sangre sucia... -repartió veneno en cada palabra que decía- Y, claro, se me olvidaba... -me miró y sonrió con malicia- La zorra cornuda del instituto.

 Di un paso adelante para atacarla, pero las manos de Harry me sujetaron los brazos impidiéndomelo.

-Eres demasiado inocente -siguió- ¿De verdad pensaste que te amaba? Wow, que raras películas te armas en la cabeza cariño.

 Miré al suelo, ya no podía seguir luchando, estaba dolida y sin fuerzas para defenderme. Levanté la vista y ahí estaba él nuevamente, admirando la situación de lejos. Pansy volteó y también lo observó, el rubio le hizo un gesto con la cabeza para que vaya con él y así fue. Parkinson sonrió con perversidad por última vez y se fue como tal cachorro tras Malfoy. Él pasó un brazo por sus hombros y le dio un beso, tal como solía hacerlo conmigo. Mis amigos me miraron confundidos, Ron estaba decidido a agredir pero Hermione lo agarró del brazo y, al parecer, Harry también se estaba conteniendo, tenía los nudillos blancos de tanto apretar el puño.

-Los veo luego -dije entrecortadamente- Aquí no hay nada que valga la pena.

 Caminé hasta la gran puerta de roble y salí. Busqué con la vista y localicé a Darwin, ya me estaba esperando.