Mi entrenadora

Parte 14: Adiós

Itachi observaba desde aquel parque como la joven (...) se subía a la limusina y desaparecían por la calle con dirección al aeropuerto. Tras desaparecer de su vista el coche siguió estático en su sitio intentando asimilar todo lo que estaba pasando. Haciéndose a la idea de que otra vez esa mujer desaparecía de su vida dejando un gran vacío en su corazón. 

Tristeza y dolor era lo que se reflejaba no solo en su rostro sino también en su mirada, pero tras un par de segundos esa mirada mostró decisión, decisión y enfado mientras sus puños que apretaban de tal manera que sus nudillos comenzaron a ponerse blanco por la fuerza ejercida. 

Dio media vuelta mientras las lágrimas escurrían de sus ojos con un destino muy claro. Su casa. 

Nada más llegar vio a su hermano bajar por las escaleras sin camiseta y con una toalla en el pelo secándoselo. Itachi solo lo observó bajar las escaleras para estar frente a frente a un par de metros. 

- Hola Itachi. 

- ¿Dónde has estado? - Preguntó o más bien reclamó con voz fría a su pequeño hermano quién ahora lo miraba un tanto confuso por su comportamiento. 

- Aquí en casa, estaba duchándome y me quedé dormido. 

- ¿No escuchaste el móvil? 

- Sí, pero no tenía ganas de contestarle a la pesada Tenten. 

- Si hubieses sido un poco más atento podrías haberte despedido. 

Ante ese reclamo la confusión de Sasuke era mucho más grande así que intentó salir de dudas. 

- ¿Despedirme? ¿De quién? 

- De ella. - Escupió intentando que la rabia de ese momento no fuera a más. 

- ¿A quién te refieres Itachi? 

El nombrado agachó su mirada volviendo a apretar sus puños mientras susurraba un nombre que su hermano no pudo escuchar. El simple hecho de decir ese nombre hacia que el corazón del mayor de los Uchihas agrandara su herida, tan grande como la que el pequeño iba a recibir. 

- ¿Cómo dices? 

- ¡HABLO DE (...)! - Gritó desesperado ya por la situación mientras con uno de sus puños cerrados golpeaba la pared que se encontraba a su lado. 

El silencio se hizo por toda la casa mientras ambos respiraban agitadamente. El asombro en la cara del menor era bastante palpable.

- ¿(...)? ¿Q-qué ha pasado? - Consiguió preguntar bastante intrigado y preocupado, la noticia que su hermano le estaba dando no era la mejor para terminar su día movidito. 

- ¿Y aún me lo preguntas? 

- No me digas que se ha ido por mi culpa. 

- No estoy seguro solo sé que se ha ido, te llamó para despedirse de ti pero no se lo cogiste. 

- N-no sabía que ella me había llamado. - Sentenció preocupado y un tanto molesto consigo mismo. 

- Eso ya no importa, seguro que ya está en el avión de camino a un lugar que nadie conoce, y aquellos que lo saben no lo dirán. 

- ¿Cómo sabías que se marcaba? - Interrogó todavía conmocionado por las nuevas noticias. 

- Naruto vino para golpearte y me lo contó. 

 - Tengo que verla, no quiero que se vaya. - Pidió apurado y desesperado a su hermano como si fuera decisión suya. 

- Pues más vale que te des prisa. - Respondió seriamente cogiendo las llaves del coche para salir de casa.