Decadent (Billie Eilish y Tu) G!P

Capítulo 12

-Por favor- imploró de nuevo Billie.

-Retírate y ponte de rodillas- ordenó Sophia- Arrodíllate y levanta sus caderas hacia ti.

Las palabras por fin llegaron a su mente. Se cambió de posición, negándose a perder el contacto.

-Sophia- Billie la miró, cogiéndose los pezones entre los dedos para tirar de ellos.

=Oh, maldición=. Verla acariciarse los pezones la llevó más cerca del clímax, a un lugar donde era la necesidad quien decretaba cada envite.

Su prima se deslizó de rodilla en el suelo, al lado de ellas y ahuecó los pechos de Billie con la palma de la mano, pellizcándole los pezones duros, rojos y apetecibles. _______ deseó inclinarse y succionarlos, pero no podía, no si quería seguir poseyéndola. Y tenía que seguir. Billie era adictiva. Conociendo de primera mano lo celestial que era estar dentro de su culo, si volvía a ofrecerle su vagina, la poseería. Sin mediar palabra. Sin vacilaciones. Penetraría esos dulces y apretados pliegues y la reclamaría para ella.

Sophia se inclinó y succionó un pezón, y luego se dedicó al otro. Al mismo tiempo bajó la mano y mientras masajeaba la dura protuberancia de su clítoris le hundió un par de dedos en la vagina.

- ¡Sí! - gritó Billie.

Al instante, _______ sintió cómo se apretaba en torno a ella, como comenzaba a latir. Oh, mierda, no iba a poder contenerse mucho más, ni siquiera por dos segundos.

-Ahora, _______. ¡Ahora! ¡Fóllame!

La mujer salvaje que habitaba en su interior se liberó y acabó con la última brizna de control. Clavándole los dedos en las caderas arremetió contra ella con un envite tras otro. Su polla se estremeció. Billie gimió. Ella intentó contenerse ante los ondeantes pulsos del cuerpo de Billie, ante la palpitante estrechez de su pasaje.

Billie gritó, y su cuerpo convulsionó. Luego, con un rugido, _______ se sumergió en ella una última vez y alcanzó el orgasmo, estallando en un millón de pedazos mientras comenzaba a volar. Vio todo blanco... y la cara ruborizada de Billie que gritaba extasiada. A _______ le pareció que la eyaculación duraba eternamente, que el placer se multiplicaba hasta el infinito. Nunca había sido así. Se sentía como si flotara, como si aquellos eternos momentos de éxtasis fueran a durar para siempre con solo quedarse dentro de ella. Sin soltarla jamás. Pero la realidad se entrometió con rapidez.

_______ se retiró lentamente, y en el momento que lo hizo, sintió un vacío en su interior, instándola a penetrarla de nuevo, a hundirse en aquel cuerpo y a no salir jamás. Billie era todo lo que necesitaba.

=Tómala. Reclámala. Quédatela=.

¿Y luego qué? Ya había visto las consecuencias de un acto así. Lo había vivido. Y todavía tenía pesadillas por ello.

Con un estremecimiento, _______ retrocedió y se quitó el condón. Cometió el error de mirar el rostro de Billie. Ella le brindó una sonrisa vacilante que le encogió el corazón. Sandeces. Billie sólo quería saber si _______ estaba bien, si había estremecido su mundo. No a lo primero y, absolutamente, sí a lo segundo. Y si se quedaba con ella una hora más, Billie ya no sonreiría. Estaría jodida... literalmente. Ahora que había estado dentro de ella, mantenerse apartada de su sexo no iba a ser una opción. Si Billie permanecía allí una hora más, acabaría tumbada sobre sus espaldas, con el miembro de _______ enterrado en su interior. Y eso sería un gran error.

Tener sexo con una virgen, incluso una con tanta práctica como Billie, conducía por lo general a una imagen de encaje blanco y toallas a juego con monograma. Conllevaba pena, dolor y sufrimiento. Pero ella no tenía manera de saberlo. Se había ofrecido a _______ de manera espontánea, y, de repente, tuvo un horrible presentimiento: Billie sentía algo por ella, quizá incluso creía que la amaba. Probablemente pensaba que podía =curarla=. Imposible. Ella no estaba preparada para proporcionarle el final feliz que Billie merecía.