Capítulo 7 - parte 2

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- ¿Dolerá?

-Hoy será muy poco- la tranquilizó Sophia- Sólo lo suficiente como para proporcionarte las sensaciones sin abrirte demasiado.

_______ fue al grano.

-Aún no te follaremos por ahí.

Pero pronto lo harían. Billie se sintió mareada ante el pensamiento de ser penetrada de esa manera tan primitiva y de entregarse completamente a ellas, dejando que el placer- y probablemente el dolor- la arrastraran y la ahogaran. Ella asintió débilmente con la cabeza.

-De acuerdo.

-No estábamos esperando tu consentimiento. Nos lo diste cuando entraste por la puerta, maleta en mano.

_______ de nuevo. Y sonaba un poco enfadada. O tal vez estaba muy excitada. La enorme erección que le abultaba los pantalones requería atención... Y ella todavía clavaba los ojos con avidez en su sexo, con los ojos color esmeralda brillantes de necesidad. Una parte de Billie quería protestar ante el arrogante lenguaje. Ante la presunción. Billie se mordió el labio, diciéndose a sí misma que _______ tenía razón. Y que era su frustración sexual lo que le hacía hablar de esa manera.

-Lo sé.

Parte de la tensión abandonó el cuerpo de _______, luego bajó la mirada hacia Sophia.

-Acaba.

-No durará mucho- comentó Sophia.

-Billie puede no responder. - Encogió los delgados hombros como queriendo decir que no le importaba. Pero ella sospechó que le importaba. Y mucho.

No dejaron que se preguntara durante demasiado tiempo a qué no podía responder. Unos momentos después sintió algo frío y resbaladizo en su ano. Se tensó, tenía una duda. No, no sólo una. ¿Con qué la estaban penetrando? ¿Y si no le gustaba?

-No te tenses- le recomendó Sophia- Relájate. No es grande...

Mordiéndose los labios, Billie intentó relajarse y aceptar el objeto invasor, claramente impregnado de lubricante. No estaba muy convencida, pero controlaba sus reacciones. El fuego en los ojos de _______ se incrementó de manera incontrolada. Hasta que se vio forzada a quitarse los pantalones, y ocuparse de su miembro con la mirada fija en la suave penetración anal que estaba efectuando Sophia.

Al ver que la excitaba tanto, hasta el punto de obligarla a acariciarse a sí misma, Billie quiso darle más de esa función. Se había imaginado indecisa y tímida con _______ y Sophia, pero el hecho de saber que podía volverlas locas de deseo había evaporado cualquier timidez. Quería jugar con ellas.

Concentrándose en las instrucciones de Sophia, hizo lo que ella sugería y, de repente, algo delgado se deslizó en su recto. Un chasquido, y comenzó a vibrar.

= ¡Oh, Dios mio! =

El placer descontrolado se incrementó en segundos, atravesándola y empujándola hacia el éxtasis de nuevo. Sophia deslizó más profundamente el vibrador y dejó que se acostumbrara a la pequeña vara que la estaba despojando con rapidez de la cordura mientras observaba a _______ acariciar su miembro con el puño cerrado. Cuando Sophia inclinó la cabeza de nuevo para tomar el clítoris en su boca, la llama entre sus muslos se convirtió en un infierno, extendiendo el fuego por su vientre y sus piernas.

Arqueó la espalda al tiempo que jadeaba. Ese clímax iba a ser grande. Poderoso. Cuando cayera sobre ella, Billie temía perder el conocimiento, como ellas le habían asegurado que sucedería, y quedar noqueada durante horas. Días. Jamás se había imaginado un placer tan cegador, uno que la dejaba sin aliento y le nublaba la visión.

Decadent (Billie Eilish y Tu) G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora