Decadent (Billie Eilish y Tu) G!P

Capítulo 11 - parte 1

Una palabra que provocó una oleada de ardiente anhelo en Billie. _______ quería observar cómo Sophia la tomaba analmente, pensaba disfrutar de cada momento mientras ella se contorsionaba de placer. Una rápida mirada hacia abajo le demostró que con sólo pensarlo, ella estaba dura.

Pensar en el deseo de _______ era dolorosamente excitante. Su sexo se tensó y una nueva humedad anegó sus pliegues ya mojados.

-Al final, tendrás que participar- le señaló Sophia a su prima.

-Al final- _______ se recostó en el respaldo, cruzó los tobillos y colocó las manos detrás de la cabeza. Había que estar ciega para no ver la enorme erección que presionaba contra la bragueta de los vaqueros.

-Estoy preparada, así que ya puedes empezar.

Arrogante bastarda. Aunque fuera muy atractiva. Billie pensó en alguna réplica mordaz, pero entonces Sophia le tocó el brazo.

- ¿Cariño?

Sophia le estaba preguntando si estaba preparada para eso, para ella. No. Sí. Tal vez. Suspiró. Tenía curiosidad, pero estaba asustada. Necesitaba poder aceptar a una persona analmente, pero le preocupaba que le doliera. Y si _______ no iba a tocarla, quería volverla loca, quería que se volviera tan loca por ella que no pudiera mantenerse alejada ni un segundo más.

Billie sabía que aquella era una actitud estúpida e imprudente. Pero después de esa mañana en la mesa de la cocina, cuando _______ la había rechazado porque ella no había tenido la fuerza de voluntad suficiente para decir que no, _______ había echado mano de su autocontrol para detener aquel desastre. Estaba claro que _______ no la había deseado tanto como Billie la había deseado a ella. Sabía que _______ había hecho lo correcto, y en parte se lo agradecía. Pero no por eso dejaba de sentirse dolida. ¿Por qué la opinión de _______ tenía tanta importancia? Billie estaba allí por Axel. Por Axel, maldición. No por _______.

Pero ella le había dicho que no esa mañana, y ahora había rechazado la oportunidad de ser la primera en tomarla analmente. Incluso la había entregado a Sophia. Aquella duda no dejaba de atormentarla, pero estaba determinada a conseguir que ella lamentara haber rechazado aquella oportunidad. _______ debía prepararse para un espectáculo infernal.

-Estoy preparada- le murmuró a Sophia al oído, dirigiéndole una sonrisa que no sólo era descarada sino que decía =fóllame=.

Por un momento, Sophia solo se la quedó mirando, como si no estuviera segura de qué significaba su sonrisa o de qué hacer primero. Billie tomó la decisión por ella. Una extraña valentía, una femenina resolución- la pura necesidad de tentar a _______- fluyó por ella cuando se agarró al dobladillo del top y se lo quitó por la cabeza, quedándose completamente desnuda ante Sophia. _______ obtuvo una vista de perfil. Entonces, ella se pellizcó los pezones, asegurándose de que estuvieran duros.

-Estoy más que preparada. - Esperaba que esas palabras roncas se clavaran directamente en la polla de _______.

De lo que no cabía duda es de que sí se clavaron en la de Sophia. Pasmada, se dejó caer de rodillas.

-Siéntate en el sofá.

Dirigiéndole a _______ una mirada desafiante, Billie se giró, hizo ondular las caderas y se acomodó en el sofá. Luego cruzó las piernas remilgadamente, imitando lo mejor que podía una postura femenina, y ¿acaso no era una suerte que de esa manera sus pezones quedaran a la altura de la cara de Sophia? Tirando con brusquedad de la goma elástica que le sujetaba el pelo castaño, Sophia la lanzó sobre la mesita. Mechones de pelo cayeron en torno a sus rasgos fuertes. Se quitó la camisa que cayó al suelo, exponiendo las líneas de los finos hombros, y los tonificados brazos y abdomen que se ondulaban con cada respiración. Sophia estaba preparada sin lugar a dudas. Y era condenadamente atractiva. Billie se estremeció.