Decadent (Billie Eilish y Tu) G!P

Capítulo 21 - parte 2

Maratón(6/18)

Billie se despertó tras dormir unas horas en la única cama de la cabaña, acurrucada contra el cálido cuerpo de Sophia. _______ no estaba a la vista. La noche anterior, como todas las que había pasado con ellas en Texas, _______ había dormido en otra parte.

No es que se hubiera distanciado. Simplemente estaba asustada. Algo, tal vez su instinto femenino, se lo decía. No la evitaría de esa manera si no estuviera reprimiendo las ganas de abrazarla. Deseó saber por qué lo hacía y qué podía hacer al respecto. Pero ahora que la habían llevado a mitad de ninguna parte, supuso que tendría tiempo de sobra para averiguarlo.

En cuanto pudiera tranquilizarse. En cuanto tuviera noticias sobre su padre. Jack Colé, el dueño de la cabaña, les había explicado la noche anterior que allí en el pantano no había cobertura para los móviles, pero que podían usar el teléfono de la cabaña.

Apartándose de Sophia, que protestó con un gruñido entre sueños, Billie se levantó y se dirigió a la cocina. La luz grisácea del amanecer se filtraba por las enormes ventanas panorámicas de la cabaña. _______ no estaba en el sofá en que había insistido en dormir la noche anterior. Pero la vio en el porche, mirando al pantano, con un café en la mano. Un ceño fruncido dominaba los ángulos afilados de su cara.

Billie suspiró. =Más tarde=. Tendría que hablar con ella entonces, su corazón no iba a permitir que se olvidara del problema, pero lo primero era lo primero.

Descolgando el teléfono, marcó el número del móvil de Logan. Su hermano contestó al primer timbrazo.

- ¿Billie?

-Hola, Logan.

- ¿Estás bien?

-Genial. ¿Cómo está papá?

-Por ahora sigue estable, gracias a Dios. Las heridas que tiene habrían matado a un hombre más débil, pero ha superado las primeras horas críticas. Los médicos se muestran moderadamente optimistas.

Billie soltó un enorme suspiro de alivio.

-Oh, ésas son muy buenas noticias. Geniales. He pasado toda la noche preocupada.

-No era necesario. _______ llamó hace unas horas para comprobar el estado de papá. ¿No te lo ha dicho?

-Estaba... -no iba a admitir delante de su hermano que _______ hacía todo lo posible para evitarla- dormida.

- ¿Dónde estás exactamente? No aparece tu número en el identificador de llamadas.

-En alguna parte de Lousiana. En medio de los pantanos. Es todo lo que sé.

-_______ dijo algo parecido cuando hablé con ella. Cariño, sé que no es asunto mío, sé que no debo tratarte como si fueras una adolescente, pero tengo que saberlo. ¿Estarás bien con esas dos?

¿Y quién lo sabía? Todo dependía de si _______ decidía romperle el corazón de una vez por todas. Las lágrimas hicieron que le escocieran los ojos, y los cerró con fuerza. Se sentía dolida y crispada, y estaba cansada de que aquella mujer se negara a quererla y no le dijera por qué.

-Genial. Si hay algún cambio en el estado de papá, llámame aquí.

-Mensaje recibido. Y llámame si necesitas algo. Lo que sea.

Estaba claro que le estaba ofreciendo consejo, pero imposible para ella aceptarlo. Tras darle las gracias, colgó el teléfono. Observó que incluso sus suspiros eran temblorosos. Esa semana había sido muy intensa. Y aún no había acabado.

- ¿Va todo bien? – Dijo Sophia- Billie se giró para mirarla. Despeinada por el sueño, parecía tan sexy que el corazón de Billie se derritió como el chocolate bajo el sol. De nuevo sus ojos, se llenaron de lágrimas.