Capítulo 8

800 108 13
                                    

Y un disparo hizo eco por todo el lugar.

Una bala cayó, y un cuerpo también.


—¡Taehyung!

El grito alarmado de Jimin alerta al castaño que miró su propia camiseta manchada de sangre, sangre que era suya. Abre la boca intentando decir algo pero sus ojos no resisten más, el oxígeno comienza a faltarle de manera tortuosa, cae directamente al suelo en cuestión de segundos.

—¡No, no! ¡Por favor, Tae!

Jimin toma el cuerpo de su amigo de la infancia con cuidado, abrazándolo mientras las lágrimas comenzaban a bajar de sus preciosos ojos.

—P-por favor... abre tus ojos, Tae. ¡Por favor! —le dice sacudiendo su cuerpo en busca de algún movimiento, al no obtener respuesta aprieta consigo el cuerpo como si eso detuviera que su amigo se fuera.

Yoongi mira la escena sin ningún rastro de culpabilidad en sus sádicos ojos.

—Dame la mano, Jimin. —la voz ronca del pelinegro le ordena. La gente no tardaría en acercarse por el sonido de la bala y no podía ser atrapado.

No de nuevo.

—¡Déjame en paz! ¡Le hiciste daño a mi Taehyung!

—¿Tu Taehyung? —Yoongi le mira con ese destello de rabia en sus ojos para luego sonreír cínicamente— Y carajo, sí que lo disfruté tanto. Ahora dame la puta mano.

—¡No, estás loco! ¡Aléjate, por favor! —el menor niega varias veces aferrándose al cuerpo que estaba entre sus brazos, no lo dejaría.

—Vamos, Kim no era un ángel. El hijo de perra hizo muchas cosas para que yo te perdiera, una de esas cosas fue meterles a tus padres la idea de que yo era un acosador. ¡Me alejó de ti también!

—¡Mientes, mientes! ¡No te conozco!

—¡Sí me conoces, mierda! Toda la maldita vida he estado detrás de ti —Yoongi se acerca con seriedad hasta el chiquillo que lloraba desconsoladamente—. Ahora dame la mano, no lo repetiré de nuevo.

—¡Ayuda, ayuda! ¡Le hicieron daño a mi amigo! —grita fuertemente sin soltar el cuerpo del chico que parecía mancharse cada vez más de sangre por toda la camiseta, la herida en su abdomen era dolorosa.

Yoongi lo mira furioso.

—Ven aquí ahora —elimina la poca distancia entre ambos y toma el brazo del rubio bruscamente obligándolo a caminar—. Eres jodidamente mío, bebé. Eso recuérdalo permanentemente.

—¡Por favor, déjame ir! ¡Te prometo que no te acusaré! ¡Déjame estar con Taehyung!

—Kim me importa un demonio, por mí que se muera, y si tengo suerte que sea rápido.

El de cabellos negros comienza a caminar con el menor por el parque buscando una salida que no implicara gente. Se coloca detrás de Jimin abrazándolo por detrás con una sola mano mientras que comenzaban a caminar a la par. Con la mano derecha, el arma de Yoongi estaba puesta peligrosamente sobre la espalda del rubio obligándolo a caminar.

De pronto una voz les hizo detenerse en seco, Yoongi traga saliva y Jimin suspira aliviado.

—¡Oh, por Dios! ¡Son tan lindos! —exclama una chica mirando cómo ambos venían abrazados, o al menos eso parecía ante los ojos de ella— ¿Cuánto llevan de novios?

—¿Por qué no le respondes, mi amor? —Yoongi sugirió.

El menor se tensó ante el apodo que había usado en él y se apresura a responder cuando sintió el arma apretarse más contra su espalda.

MENTAL SANATORIUM. ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora