Capitulo 2

40 6 2
                                    

Azul Profundo

Todo en la boda salió mejor de lo que yo esperaba, ahora estábamos en el hotel donde nos quedaríamos una noche para al día siguiente salir a una isla a pasar nuestra luna de miel.

Las puertas del elevador se abrieron, salimos de el y nos detuvimos en la puerta numero 78-13. Me tomo entre sus brazos y yo me aferre a su cuello. Entro a la habitación y me sorprendí al ver la cama con pétalos de rosas azules, era una habitación amplia, tenia una vista hermosa. Me recostó en la cama y se dirigió a la mesa, pude ver como abría una botella de champán y la servía en una copa.

Acercándose a mi me dijo - Estoy nervioso, Ya somos esposos y no dejo de pensar en Bob el de la secundaria -, se acerco ofreciéndome una copa y continuo - exactamente pienso en aquel día donde casi lo besas, sentí que te perdería en ese momento -.

Le hice seña de que se sentara en el otro lado de la cama y dije - Ese día hice eso porque quería darte celos -, le robe un beso y continué - sabia que tenían que motivarte para que me pidieses ser tu novia. Pero me retracte cuando vi tu cara de dolor como aquella vez que pase el neumático del carro de mama por tu pie. Juro que fue un accidente -.

Reímos y contesto con un tono extraño - Seguro que fue un accidente, eso no tuvo nada que ver conque según tu, yo veía el trasero de Cindy Clerson -.

Una gran carcajada salió de mi, el me observo con ternura y continué diciendo - Pues sigo creyendo que veías su trasero y no la goma de mascar que deje en su cabellera Rojiza - se defendió de inmediato

- Pues yo recuerdo que tu madre nunca tuvo un auto, sino un jeep con grandes neumáticos -, se dio la vuelta en la cama y me beso, sentí como torpemente chocamos nuestros dientes por mi culpa.- Si tuviera que soportar todo lo que pase por tenerte acá, lo hiciera sin pensarlo, eres mi hermosa protegida -.

Dijo quitándome la copa. Sentía una atracción sexual fuerte por el, desde que nos hicimos novios pensamos en llegar vírgenes al matrimonio, aunque después nos arrepintiéramos de eso... Pero el es una persona de palabra y el estaba allí para cumplirla aunque yo no quería respetar nuestras promesas.

Se recostó en mi y me beso el cuello, besaba mi oreja bajando hasta mis hombros. Sabia que el momento había llegado, ese momento que tanto quería. Comencé a besarlo de una manera que no lo había hecho antes. Por su parte el comenzaba a quitarse prenda por prenda en la cama.

Continué besándole, iba por su boca hasta su cuello y de regreso. Me sujeto por el brazo y me hizo quedar de costado para luego bajar la bragueta de mi vestido. Mi pecho y espalda estaban al desnudo, lo tome por la corbata y lo jale hacia mi, poniendo mis manos en su camisa y tirando con fuerza, todos sus botones saltaron por la habitación. el se quito su franela y aunque yo ya había visto miles de veces su torso desnudo, esta vez me provocaba pulsaciones eléctricas en mi cuerpo.

Tomo mi brazo alzándolo, eso dejo mi costado expuesto a sus besos, podía sentir su cálida y agitada respiración. Fue tirando de mi vestido hasta que me vio vestida de cielo, el también quedo vestido de cielo, podía ver todo su cuerpo tonificado, bien depilado y con proporciones acordes a su estatura. Una gran ola de calor y adrenalina invadió mi cuerpo, levante mi ceja y me mordí el labio inferior, lo que provoco que sintiera algo parecido por mi. Salto sobre mi y comenzó a besar mi abdomen bajando por mis piernas hasta llegar a mis rodillas, continuo su recorrido por mi pantorrilla y llego a mi tobillo.

Sentía como por donde iba posando sus labios brotaba el calor, podía sentir el calor subiendo desde mi piel para quedar expuesta en el aire. No podíamos aguantar ni un segundo mas y poco a poco se fue abriendo paso a mi interior, cada vez que lo hacia sentía dosis de dolor que podía olvidar gracias a sus besos y caricias. Trataba de sujetarme a el como nunca y mis uñas arrastraban su piel. Un dolor intenso inundó mi cuerpo, a lo que el se detuvo, aunque nunca paro de besarme, poco a poco ese dolor desapareció y el siguió abriéndose paso a mi interior, pase de tener pequeñas punzadas de dolor a, sentir un placer en todo mi cuerpo.

Ondas eléctricas amenazaban con hacerme gritar, mi cerebro estaba a punto de colapsar. Estuvimos así por mucho tiempo hasta que sentí un placer inundando completamente, fue como si mi cerebro se reiniciara de tanto placer. Allí nos quedamos tumbados por un buen tiempo compartiendo muchas cosas mas

Ya estaba amaneciendo y teníamos que irnos dentro de poco al aeropuerto. Allí estaba el dormido con su rostro angelical

Estábamos sobre una isla muy pequeña donde yo solo veía pequeñas cosas grises dentro de el mar, me pareció extraño además que no veía ninguna estructura parecida a un hotel.

Pensé que quizás ahora debíamos tomar un transporte acuático a el hotel que quizás estaba en otra isla. Al llegar nos espera un señor que no tenia buena pinta, desaprendía un olor alcohol y sus dientes estaban en mal estado.

El subió nuestro equipaje a un 4x4 y nos llevo al otro extremo de la isla.

Caminamos a una lancha y pensaba me lo imaginaba. Subimos a la lancha y navego directo a una estructura gris dentro de el mar. - Tu querías que nuestra boda y luna de miel fuese agresiva, diferente y única - me dijo Yeinz... - Ángel te volviste loco - dije.

- Para nada amor, viviéremos en esa pequeña casa en medio del mar durante estas dos semanas - comento con una sonrisa en el rostro. Bajamos de la lancha y el viejo se marcho. Yeinz me abrazo y me dijo - Confía en mi preciosa, nada nos pasara. Te amo -. Lo bese y luego me coloco un antifaz en mis ojos. Me cargo y entramos a aquella habitación. De inmediato un olor a caoba penetro mis fosas nasales. Comenzó a dar vueltas por toda la habitación, camino por minutos y pude oír su risa burlona.

- Yeinz ya bájame, me has hecho pensar que este lugar es inmenso, aun cuando no lo es - le dije tratando de lograr que me bajara. - Recuerda algo amor, tu hogar es tan grande como puedas imaginar -, respondió dejándome en el suelo.

Cuando retiro el antifaz de mis ojos un azul oscuro se dejo ver. Estaba en una habitación bajo el mar, y sus paredes eran totalmente transparentes, podía ver algunos peces y plantas moverse, estaba impresionada.- Gracias mi ángel, me has dado una gran sorpresa - dije comenzando a dar saltos en la cama como una niña pequeña. No se si fue por el momento, las ganas que tenia de el o simplemente deseo, o quizás una mezcla de todo eso y mucho mas.

En toda esa semana nuestra luna de miel fue perfecta. Nadamos desnudos, nos entregamos el uno al otro en cada rincón de ese pequeño lugar, compartimos secretos íntimos, subimos al techo de noche y vimos un cielo completamente estrellado.

Nos entregamos totalmente al amor. Cada vez que estoy junto a el me siento protegida, yo nunca he bromeado con que el es mi ángel guardián, porque así lo creo

LOS ANGELES DUERMENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora