impredecible.

CAPITULO 1.3

"es muy difícil hablar de eternidad, mi profundo amor se confiaba a los años, le confió mi amor y odio a la espada..."

Habían pasado un par de semanas desde que Iori, un ángel, se había infiltrado en la vida de Kyo. La relación era la misma, áspera, con palabras sarcásticas, unos golpes que se escabullían, miradas repelentes.

Kyo aun no creía completamente las palabras de Iori, se mantenía receloso con lo de ser un santo. Iori ya le había dado información, pero aún estaba escéptico ante la situación. Se encontraba en el bar, dentro de los casilleros, sentado en la larga banca que estaba ahí, miraba su celular sin prestarle atención, el ruido del lugar era estridente esa noche porque una banda de rock pesado estaba tocando, el bar estaba abarrotado. Kyo pensó en lo que Iori le había dicho algunos días atrás.

Fhasback.

Kyo estaba comiendo unas croquetas de pescado mientras veía la televisión, furtivamente miraba a Iori que estaba recargado en la pared donde siempre permanecía con los ojos cerrados, los brazos cruzados. O a veces estaba sentado en el sillón donde Kyo estaba ahora.

—en todos estos días no he visto que comas algo ¿estás bien?

Iori no respondió como usualmente lo hacía cuando preguntaba cosas así.

—eres un ángel, pero ahora tú cuerpo es tan mortal como el mío, morirás uno de estos días.

—...

—tu piel es tan pálida. Puedes prepararte un emparedado si quieres, tampoco soy tan cruel para no darte de comer. ¿O quiere comer estas croquetas de pescado?

—...

—tampoco he visto que te bañes, debes estar mal oliente, también puedes bañarte si quieres.

—puedes cerrar la boca.

—oh, aun estas vivo, creí que habías muerto ahí de pie. —Kyo sonrió divertido.

Iori se alejó de la pared y camino hacia uno de los sillones. —mi cuerpo no es como el tuyo, no soy un mortal común.

—oh, ¿entonces no necesitas comer?

—no por ahora.

—¿ni asearte?

Iori le dedico una mirada tediosa y molesta.

Kyo seguía riendo mientras comía otra croqueta. —ya que tengo tu atención, entonces quiero saber más, dame más información.

—¿Qué otra cosa quiere saber?

—quieren que yo sea un santo, pero no se para que ¿Quiénes son los enemigos?

—demonios.

Kyo puso los ojos en blanco. —eso se deduce muy fácilmente, tú eres un ángel, obviamente tus enemigos son demonios.

—entonces tu pregunta es estúpida.

—sabes lo que quiero saber, ¿o acaso los ángeles siempre han andado entre los humanos? Insultándolos y tratándolos mal.

—si.

—tch. —Kyo dejo de prestarle atención a ese sujeto tan irritante ¿Por qué molestarse en hablarle?

Después de algunos minutos Iori hablo. — hubo una batalla entre ángeles de nivel superior y demonios; ciertamente no fue un gran problema derrotarlos; pero unos ángeles se descuidaron y los demonios crearon una fisura en el inframundo, hasta ahora no se ha podido cerrar esa fisura.